viernes, 13 de junio de 2014

Capítulo 4

Cogí todos los juguetes de Leonor y me los llevé al salón donde la encontré de pie completamente desnuda, entre Laura y la pared, mientras Laura le agarraba con fuerza el coño. Laura iba en ropa interior y sonreía con actitud dominante.
Se veía que Laura dominaba la situación, tenía una parte muy sumisa pero desde que me conoció parecía que la había liberado de su novio y se había soltado la melena. Desde el primer día, en el que dominé a Juan, descubrí que tenía un lado dominante, cada vez estaba más convencida, la escena que protagonizamos sobre el ring, sodomizar a Juan y verla acorralar a Leonor me convenció aun más que esa faceta estaba ahí y que ayudándola un poco podría conseguir una buena compañera para mis sesiones de dominación.
-¡¿Qué pasa aquí?!- grité lanzándolo todo al suelo.
Laura se separó rápido de Leonor y agachó la cabeza –Nada Ama, nos… estábamos conociendo ¿verdad Leonor?
-Sí Ama, Laura no hacía nada, fue culpa mía, perdóneme.
Me interpuse entre ambas separándolas aun más, haciendo un gesto hice arrodillar a Laura.
-Te lo voy a preguntar otra vez putita, ¿Qué ha pasado?- dije dirigiéndome a Leonor.
Laura intentó decir algo pero la silencié con un –Ssshhhh- dejándola con la boca abierta.
-Laura dijo que nos desnudáramos para que cuando llegases ya estuviéramos listas y cuando me di cuenta estaba contra la pared, mientras me decía que usted era suya y me apretaba con fuerza mi coño.
Mientras hablaba no pude evitar que se escapase la risa, -¿Es eso cierto, Laura?
-Sí, Ama- dijo cabizbaja.
Me puse delante de Leonor encerrándola de nuevo contra la pared y le pase un dedo entre los labios de su coño. -¿Por aquí te tocaba Laura?
-Sí señora-dijo entre jadeos- por favor no pare.
Separé la mano y la pasé ese dedo por la cara de Laura que permanecía quieta de rodillas, recorriendo su cara desde su barbilla hasta sus labios donde dejé que sacase la lengua y lo saboreara.
-Veo que tienes hambre de coñito Laura.
-Así es Ama, tengo muchas ganas.
Desabroché mi vestido dejándolo caer al suelo, conservando solo las braguitas lilas de encaje y los zapatos a juego. Puse un pie sobre el pecho de Laura haciendo que se tumbara en el suelo y me senté sobre su tripa apretándosela con las piernas.
-Uff- gimió Laura de forma suave.
-Leonor, ven aquí- dije palmeando la cara de Laura ofreciéndole asiento.
Leonor con una sonrisa picara se sentó sobre la cara de Laura, a horcajadas como hacía yo, mirándome. Le sobé suavemente la base de uno de sus grandes pechos.
-Tienes buenas tetas puta, pero date la vuelta.
Leonor se giró ofreciéndome la vista de su espalda que acababa en un ancho culo, lo sujeté con ambas manos presionando hacia abajo haciendo que le aplastara el coño en la cara de Laura. Le empujaba hacia abajo con cierto ritmo, mientras escuchaba como jadeaba y el ruido que hacia su coño chocando contra la cara de Laura. Magreaba ese enorme y grande culo, lo azotaba para hacer que aumentara el ritmo. Por los jadeos de Leonor podía imaginar que Laura se lo estaba comiendo tan bien como solo ella sabía.
Me levanté y me puse frente las dos chicas, mientras Leonor seguía golpeándose el coño contra Laura.
-Me gustan mucho sus zapatos Ama- decía mientras aumentaba el ritmo, me miraba los pies y jadeaba acercando su cabeza a ellos.
-Vaya par de perras estáis hechas, ¡levántate que la vas a ahogar!-le dije a Leonor riéndome.
Obediente se levantó poniéndose de rodillas junto a Laura que tenía la cara toda roja, empapada en su sudor y flujos de Leonor, cogía aire con ganas.
-Vamos que acabamos de empezar Laurita, no puede ser que ya estés cansada.
Poco a poco se levantó y adoptó la misma pose que su compañera, me paseé entre ellas acariciándoles la cabeza a las dos, pasando mis finos dedos por sus cuellos consiguiendo erizarles el vello, y entre susurros decía -¿Qué voy a hacer con estas chicas tan malas?
Me fui al montón de juguetes que dejé en el suelo, sujete el consolador doble jugueteando con él pasándolo por mis manos y agitándolo bien. –Jaja, se me ocurren muchas cosas que hacer con esto, pero tendréis que esperar- dije mientras lo volvía a dejar y cogía un strap.
-¿Quién de las dos quiere montarme?- pregunté mirándolas.
Ambas se giraron de golpe y respondieron casi al unísono.
-¡Yo Ama!
-No, las dos no, solo puede una, mira la que lo haga mejor podrá disfrutarme y la que pierda pues se tendrá que conformar con mirar. Toma Laura- dije dándole el strap.
Laura se levantó corriendo mirando atrás, regocijándose al ver la cara de pena de Leonor, agarró rápido el juguete y se lo colocó con mucha destreza.
-Ven tú también Leonor, que ahora Laura te follará a ti, luego tú a ella y la que lo haga mejor pues a mí- dije mirando a Laura, viendo como le cambiaba la cara.
Me saqué las bragas y me senté en el borde de una de las sillas del comedor, y haciéndole un gesto a Leonor la hice poner a 4 patas delante de mí.
-Laura cuando quieras.- dije cogiéndole de la nuca a Leonor y acercándole la cabeza a mi coño al ver que dudaba un poco.
Laura sin pensarlo dos veces sujetó de las caderas a Leonor y se la metió entera de una estocada, mientras me miraba directamente a mí. Mientras la iba penetrando subió una de sus manos a la melena de Leonor para ayudarse a moverse provocando que a cada embestida su cara golpeara mi coñito. Laura no dejaba de mirarme, y aunque la que me estaba dando placer directamente era Leonor no podía evitar pensar que era ella la que tenía mamándome el coño, estaba realmente excitada.
Laura era muy buena follando, tenía muy buen ritmo y en cada golpe la metía hasta el fondo, Leonor no tuvo mucho aguante, ese ritmo fue demasiado para ella y en menos de 20 minutos ya se corrió gimiendo, gritando y temblando mientras se frotaba contra mi coño con todas sus fuerzas.
Las dos chicas hicieron el cambio, Laura se apartó el pelo mirándome convencida de que iba a ganar y se puso entre mis piernas. Leonor se puso tras ella y pasando el strap por los labios de su coño empezó a frotarlo con dulzura, mientras Laura impaciente se puso a lamerme el coño frenéticamente. Leonor iba avanzando poco a poco, acariciándole las nalgas, con mucho cariño. Fue aumentando el ritmo progresivamente, hasta casi llegar al ritmo frenético al que llegó Laura, sus pechos bamboleaban arriba y abajo a cada penetrada profunda y rápida, mientras se escuchaban sus gemidos ahogados entre mis muslos.
En poco más de 30 minutos Laura se corrió como una loca dejándose caer al suelo, respirando cansada.
Las dos esperaban la respuesta, ansiosas.
-Mmm, las dos os lo habéis hecho muy bien, pero…he de elegir a una- dije mirándolas, disfrutando de el tiempo que les hacia esperar. –Creo que me quedo con… Leonor, lo siento Laura no quiero que me tires del pelo, me ha costado mucho arreglármelo- dije riéndome de ella aun tumbada en el suelo.
-Pero… pero Ama- dijo Laura con cara de pena.
-Voy a ser buena y te voy a dejar hacer algo más que mirar, si quieres, mientras ella me folla puedes lamerle el culete, pero si te metes eso- dije señalándole el consolador doble.
-Muchas gracias Ama, gracias…-decía mientras se iba a buscar los juguetes para metérselos, en cuanto lo cogió preguntó -¿Por dónde?
-No seas tonta, tiene dos puntas, una por cada agujero.
Leonor temblorosa me miraba esperando, me puse a cuatro patas devolviéndole la mirada –Toda tuya, trátame bien  perrita o ya sabes que te castigaré.
Mientras esperaba a ser penetrada veía a Laura metiéndose el consolador por el culo y a la vez por el coño y colocarse tras de Leonor esperando a que todo empezara. Ella empezó a meterlo con mucho tacto, acariciándome con cariño las nalgas, temblando un poco y con miedo a decepcionarme, mientras Laura se pegó a su culo a lamérselo con ganas.
-Es una buena lameculos ¿verdad?- pregunté tras soltar un suspiro.
-Si Ama, gracias, tiene una lengua que mmm que gusto- decía acabándola de meterla toda y soltando un fuerte gemido.
-Sshh puta, calla que me desconcentras –grité al ser penetrada por Leonor.
Pero la pobre no podía evitar gemir, hiciera lo que hiciera gemía de placer, yo tampoco ayudaba pues seguía sus movimientos moviendo mi culo hacia ella hincándomela más a cada movimiento, aun quedándose quieta Laura no dejaba de lamerla. Trataba de silenciar sus gemidos mordiéndose los labios con fuerza, pero incluso así se le escapaban seguidos de un “Perdón Ama”.
De golpe paré de moverme y me separé de Leonor, poniéndome de pie delante de Leonor le grité. – ¿No me entiendes cuando te digo que no quiero oírte?
-Perdóneme Ama-dijo con la cabeza cabizbaja.
Laura se separó de Leonor y se quedó mirando la escena.
-¿Te he dicho que pares?- dije autoritaria, aprovechando la diferencia de altura para imponer más.
-No,..Ama. No Ama-dijo volviendo a meter su cara entre las nalgas de Leonor.
-Mira que es fácil, yo doy una orden y vosotras perras solo tenéis que cumplirla, ¿tan difícil es?
-No Ama, siento defraudarla- dijo Leonor a punto de romperse a llorar.
-Tenéis suerte que soy una Ama demasiado blanda –dije dándole la espalda y alejándome de ella.
Fui directa al montón de juguetes tirados en el suelo y recogí una mordaza de bola. Me puse detrás de Leonor para colocarle la mordaza, apretando la cara de Laura contra el culo de Leonor con mi coño. –Uy Laura, no te había visto-  dije frotándomelo contra su cabeza, sin poder evitar que se me escapara una sonrisita.
-¿Mejor así?- le pregunté a Leonor levantándole con dos dedos la cabeza.
-Gracias Ama- Intuí que decía aunque no se entendía mucho.
Me puse de nuevo a cuatro patas, levantando bien mis nalgas sin mirarla esperé a ser penetrada, en cuanto Leonor se atrevió lo hizo de nuevo con mucha ternura y delicadeza.  Leonor era una amante cariñosa y generosa, cada penetrada venia acompañada de una dulce caricia en las nalgas, en los pechos, por la espalda apartándome la trenza y jugando con mi pelo. Leonor fue subiendo gradualmente el ritmo sin cansarse.
-Leonor, te voy a recompensar- decía entre gemidos al borde del orgasmo.
Mis gritos de placer solo consiguieron calentarla más, y empezó a follarme más y más rápido hasta que llegue al clímax, soltando un largo y sonoro grito de placer. Acabé con la cara en el suelo jadeando tratando de recobrar el aliento. Leonor dudando un poco se apartó dejando que me levantara.
-¿Laura sigues ahí?- pregunté recobrando la autoridad de nuevo.
Laura apareció de nuevo de entre las nalgas de Leonor.
-Coge las esposas que ahora vamos a divertirnos-dije mirándola amenazante.
Laura sin contestar, fue a por las esposas ofreciéndomelas y poniendo sus manos en posición.
-No son para ti- le dije apartándola con el brazo –Son para recompensar a mi otra perrita.
Puse a Leonor contra la pared retorciéndole un brazo con fuerza y poniéndole la palma de su mano sobre mi coño.
-Mira que mojado lo tengo aun- le susurré con mi boca pegada a su oreja, rozándosela con mis labios.
Le esposé una de sus muñecas y ella misma puso su otro brazo hacia atrás para que se lo esposara, y así lo hice. La paseé por el salón sujetándola de un brazo hasta dejarla justo en el centro donde de un empujón brusco la hice ponerse de rodillas.
-¡Laura, ven aquí ya!
Laura vino corriendo poniéndose a mi lado, la dirigí hasta ponerla con las piernas abiertas sobre Leonor. Liberé de la mordaza a Leonor susurrándole al oído -¿Sabes ya cuál es tu recompensa?- y me puse también con las piernas abiertas sobre Leonor.
Abracé con fuerza a Laura frotando nuestros cuerpos, mis pechos contras sus enormes pechos, mi coño contra su caliente y húmedo coño me hacía sentirme de nuevo muy caliente.
-Vas a ser una perrita muy marrana.
-Si Ama- jadeaba.
-Méate conmigo- le susurré tras morderle una oreja.
-Mmmmm… ¿seguro?- preguntó con voz temblorosa.
Separándome un poco le pellizqué un pezón –No me cuestiones- le grité aun teniéndola a menos de 20 cm de mi cara. Leonor esperaba arrodillada mirando cómo nos dábamos placer la una a la otra.
Al poco rato empecé a notar un líquido caliente salir de el coño de Laura, empapándome los muslos. Leonor no esperó y se lanzó a lamernos los muslos a ambas, recogiendo la orina de Laura tragando todo lo que podía. Laura me miró sonriendo satisfecha en cuanto notó que yo también me estaba meando. Leonor no daba abasto lamía y tosía pero sin separarse.
En cuanto ambas dejamos de mearnos sobre ella se dejó caer sobre el charco que habíamos formado jadeando exhausta y sacando la lengua.
-¿Ya estas cansada?- pregunté al ver que casi eran las 6 de la mañana.
-Uff, sí Ama –jadeo tratando de ponerse de pie.
Le ayudé a ponerse de rodillas sin dejar que se levantara del todo.
-Ves lo que pasa por jugar con perritas maduras- dije acariciándole los mofletes a Laura.
Laura sonreía y me dijo- Yo aun tengo ganas Ama.
Cogí un antifaz y se lo puse a Leonor aun maniatada, pasando un dedo por el charco de orina del suelo y luego por sus labios le dije –No me obligues a volverte a poner la mordaza.
-No Ama, seré buena –dijo convencida.
Me acerqué a Laura arrodillándome delante suyo, pasé la lengua desde su rodilla hasta su coño lentamente limpiándola de los restos de nuestras meadas, tras este largo y lento lametón me levante poniéndome cara a cara. –Ahora tú, que ya sabes que me gusta tu orina, pero nunca has probado la mía- le dije bien flojito para que Leonor no nos oyera.
Laura no solo bajo a lamerme las piernas si no que continuo hasta llegar al suelo donde sacando la lengua y apartándose el pelo para no mojárselo se puso a lamerlo.
-Si te lo acabas todo te concederé un capricho.
-Gracias Ama- dijo lamiéndolo como una perrita.
Me puse en cuclillas a la altura de Laura –Te concederé un deseo- dije acariciándole la cabeza y susurrándole le dije –pero eso guárdalo ara casa, aquí solo dejaré que me encules un poquito.
Laura sonriendo y acabando de lamer el charco asintió. –Ama, quiero follarla por detrás.
-Bueno, te lo has bebido todo y te he dicho que te concedería un deseo…- dije como si no me gustara la idea.
Me puse a gatas de cara a Leonor, dándole un lametón en la cara. –Vamos perrita, móntame –dije con voz sensual.
Leonor se mordía los labios respirando agitadamente.
-Ama, ¿pu…puedo decirle marranadas como cuando me lo haces a mí?
-Soy demasiado blanda, sí puedes…
Laura tras ponerse el strap me agarró con fuerza las nalgas, acompañado de un fuerte azote. –Así me gusta cerda.
-¡Ooooh zorra azotes ya no! –dije pegando mi cara a la de Leonor.
Laura me la clavó de un solo golpe, agarrándome las nalgas con fuerza clavándome las uñas en mi culo.
-¡Aaahhh! Dios que culo tienes, me encanta. –decía Laura bien alto para que nos oyera bien Leonor, mientras yo golpeaba su cara con la mía a cada vez que Laura me la metía.
-Dame más fuerte- se mes escapó entre gemidos.
No tardamos mucho en acabar las dos rendidas, después de toda la noche estábamos exhaustas. Cuando nos desatamos a Leonor, nos vestimos, todas excepto ella, y nos pago Leonor nos confesó que había sido de las mejores noches de su vida y que estaba dispuesta a repetirla, costase lo que costase.
Laura y yo de camino a casa íbamos de la mano hablando algo calladas hasta que Laura dijo:
-Leonor tiene razón, estuvo muy bien la noche.
Esas palabras solo hacían que alegrarme mucho, y inevitablemente la abracé fuerte sin dejar de andar, como si fuéramos una pareja muy enamorada. –Te dije que lo pasaríamos bien.
-Aunque podríamos haber ganado más quedándonos en casa.
-Ya pero en casa me follas o te follo 9 veces en una tarde, es muy aburrido. Además no podemos cobrarle tanto a la pobre mujer.
-¿Le has cogido cariño? –dijo algo picada.
-Un poco, pero no tanto como a ti –dije agarrándole del culo.
Al llegar a casa nos metimos las dos en la cama, estábamos tan cansadas que nos dormimos desnudas sin darnos un mísero beso.
Me desperté abrazada a Laura con mi cabeza apoyada sobre su hombro sobre las 11 de la mañana, la tapé un poco para que no cogiera frio, no pude evitar acariciarle el pecho al taparla y mirar como sonreía dormida. Desayuné algo y me metí en la ducha, en cuanto acabé de lavarme el pelo escuché detrás de la cortina – ¿Quieres que te ayude a enjabonarte?
-Entra si quieres aunque no necesito ayuda.
Laura entró y agarró el jabón, poniéndose bastante en las manos me agarró ambos pechos y empezó a amasarlos. Poco a poco fue bajando, acariciándome el abdomen hasta llegar a mi entrepierna.
-Ufff, creo que podría acostumbrarme a ducharme así.
Laura me abrazaba mientras me enjabonaba y me palpaba todo el cuerpo.
-Límpiame bien, porque vas a tener que lamerme toda y seguro que no quieres que este sucia, ¿verdad?
-No, Ama. La limpiaré bien –dijo pasando su mano entre mis nalgas.
Laura me iba duchando desde la espalda, era muy cómodo yo solo tenía que separar un poco las piernas y no hacía falta ni que la mirara, ella solita iba haciendo aunque se pasara más tiempo del necesario en depende que zonas, pero no podía quejarme. En un poco acabamos las dos duchadas y listas para un nuevo día.
El día fue transcurriendo bastante tranquilo, eso no quita que nos rozásemos en varias ocasiones y jugueteáramos bromeando un poco, pero nada importante pasó hasta que charlando después de comer Laura preguntó.
-¿Aquello que dijiste ayer noche, iba en serio?
-Ayer noche te dije muchas cosas… -le contesté al no saber a qué se refería.
-A que me dejarías pedir un capricho…
-A claro, he de tener contenta a mi mejor perrita –dije sonriéndole.
-Bueno, he pensado varias cosas pero… creo que me quedo con que me enseñes a boxear.
-¿Cómo?- pregunté extrañada.
-¡Dijiste que lo que quisiera! –dijo defendiéndose.
-Si no es que no vaya a hacerlo, solo que es raro, llevas mucho tiempo yendo al gimnasio con Juan y nunca te has puesto unos guantes, ni si quiera has hecho ejercicio.
-Bueno pero… -decía sin saber del cierto porque quería hacerlo.
-¿Pero verme pegar una paliza a tu novio te ha puesto tan cachonda que quieres probar tu también?
Laura se sonrojo y dijo que sí sonriendo.
-Bueno pues si quieres podemos empezar esta misma tarde.
Tras recoger la mesa y descansar un poco nos fuimos al gimnasio, Laura no tenía ni guantes ni nada, pero se preparó una bolsa con su chándal y unos gustes de mis guantes dispuesta a aprender a luchar.


Bueno que más os puedo decir a parte de que me comentéis, me digáis "Oh Susy he dejado de ser ateo para convertirte en mi diosa" o cosas así, por ejemplo jeje. 
El tema párrafos lo arreglaré a partir del siguiente capítulo, es que este ya lo tenía escrito, sí me he pasado un mes sin escribir nada; y el tema faltas de ortografía es lo que es, no se muere nadie por leer gane en vez de gané y por si acaso pondré un aviso para evitar responsabilidades legales, estoy como una puta cabra sí, ahora os toca esperar un mes más : (.

9 comentarios:

  1. Genial el capitulo susy,valio la pena cada uno de esos treinta dias para leerlo, gran forma de narrar .quisiera ser un personaje en tus historias jeje...definitivamente eres toda una reina del erotismo

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    1. Gracias, ahora toca esperar 30 días más jaja, pero bueno si dices que vale la pena...

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  2. Afú...
    Me encanta cada vez más. La espera se me hace siempre eterna, pero siempre merece la pena...
    ¿Qué hay que hacer para poder ser un juguete más a manos de esas dos chicas? ¡Porque yo quiero!

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  3. Me gusta mucho tu forma de relatar pero todos tus relatos se parecen mucho unos a otros, igual podrías variar un poquito la temática. Un saludo.

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    1. Está planeado para el capítulo 6 o 7 un giro argumental muy bestia, pero intento transmitir en los primeros relatos como se va afianzando la relación Laura-Susy para que se vea que no es una simple relación carnal/sexual

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  4. Me gusto mucho la 4º entrega de tu historia , espero ansioso otro mes entero para ver como sigue , animo!!

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  5. Pedazo de capítulo, a la espera del siguiente, cada día me ponen más jejejej

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    1. El 5 ya está escrito, pero el bueno es el 6o que esta en mi cabecita :D

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  6. Madre mia..a mi cada vez me pones mas cachondo,voy a tener que ser yo el que vaya a follarte jeje

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