Tras una larga noche Laura y yo nos levantamos casi a la
vez, me desperté con el brazo atrapado entre la espalda de Laura y el colchón,
apenas lo notaba lo tenía todo dormido pero cuando me giré hacía Laura no pude
evitar sonreír al verla bostezar con la cara hecha un estropicio.
-¡Sal de encima mío! - Le dije tirando mi brazo.
-Ya decía yo que estaba incomoda –me contestó burlona
mientras se levantaba un poco dejándome el brazo libre y poniéndose sobre mi
sin llegar a dejarse caer.
Tenía el pelo suelto y alborotado, sus rubios y finos
cabellos me envolvían la cabeza mientras ella se acercaba para darme un beso de
buenos días. Estaba sucia pero eso era lo de menos, llevé mis manos a su
cintura y tiré de ella hacia mi haciéndola apoyarse sobre mí, su abdomen en mi
abdomen, sus grandes pechos apretados contra mis pequeñas tetas mientras me
besaba ininterrumpidamente la boca.
-Te has levantado cachonda eeh preciosa… - le decía entre
beso y beso.
-Lo de a noche fue espectacular, no me puedo creer que
mamara a tantos tíos… notaba tanta gente gritándome…cosas sucias… y tu no
parabas de darme y… ufff- decía entre jadeos.
Laura parecía que se iba a correr solo recordando la
escena y a mí no me pasaba nada distinto. Tener a Laura encima, contándome sus vivencias,
y ese olor que hacía no ayudaba nada, una mezcla de sudor, semen y saliva que
escapaba de entre sus labios.
-Laura… -le decía, pero ella no dejaba de interrumpirme a
besos –Laura… ¡Lauraaaa!
Paró un segundo, se apartó de mí y aprovechó para apartarse
todo el pelo de la cara, echándolo todo a un lateral.
-Tenemos que ir a ver a Marcos.
Laura se reía mientras se volvía a lanzar sobre mí, esta
vez pasando una mano por mi coño ya bastante húmedo, pasando con suma
delicadeza el pulgar y el índice por el poco vello que tenía.
-Ahh Laura no me tomes a broma que ya es tarde- le dije
cachonda pérdida y sin hacer nada por detenerla.
Laura tras un par de caricias se colocó a horcajas sobre
mí y dijo –¿Nos hemos de duchar?
-¿Tú
qué crees?- le dije mirándola de arriba abajo.
-¿Y
porqué no echamos uno rápido en la ducha?- dijo picarona.
-Porque
ya vamos a “echar uno” con Marcos, pero si quieres nos duchamos juntas así
acabamos antes.
-Pero
es que Marcos…
-Ya
lo sé pero nos paga, ¿no?... pues si hemos de hacerlo igual lo hacemos delante
de él y le dejamos que nos toque y juegue con nosotras.
-La
Susy que yo conocí me follaría ahora, me follaría en la ducha y dos veces más
en el desayuno antes de ir a ver a ese tío.
Le
pasé un dedo entre los pechos haciendo eses mientras lo bajaba por su cuerpo y
lo dejaba justo encima de su ombligo.
-Te
haré lo que quiera, cuando quiera, en-ten-di-do- le decía mientras le daba
golpecitos con el dedo a cada silaba.
-Venga
vamos a la ducha…- contestó burlona.
La
ducha no fue nada del otro mundo, pero ducharse las dos juntitas en un sitio
tan pequeño es divertido. No puedes evitar rozarte mutuamente por mucho que una
sea pequeñita.
Comimos
un par de bollos con un poquito de leche y salimos con prisas.
Vestidas
con jeans, camisetas, calzado cómodo y ambas con el pelo recogido, Laura en una
cola y yo en dos coletas. Por la calle Laura me dio la mano y parecíamos madre
e hija o como mucho, hermanas, por nuestro aspecto nadie adivinaría lo que
hicimos a noche, simplemente parecíamos dos chicas inocentes.
Llegamos
y entramos directamente al despacho de Marcos, ya nos conocíamos el camino y ya
no nos tenían que acompañar. Llamamos a la puerta y Marcos preguntó quien
éramos.
-Somos
Laura y Susy.
Nos
abrió la puerta sonriendo, alzando las manos nos dio un abrazo.
-No
sé quien disfrutó más ayer yo o vosotras…- dijo apretándonos fuerte.
Notamos
la erección que se le marcaba en los pantalones.
-Mirad
como llevo toda la mañana-dijo señalándose la entrepiernas.
-¿Te
has tomado una pastillita?- le dijo Laura riéndose.
-A
parte de eso… llevo un rato mirando el video de lo que hicisteis ayer, no me
canso de ver a Laura llena de semen.
-Dios,
es verdad solo de recordarla me pongo cachonda- le dije riéndome.
-Hoy
no nos ofreces nada de beber-dijo Laura riéndose.
-No,
es que no veis como la tengo… os ofrezco el doble de lo de la semana pasada,
pero va joder quitaos ya la ropa.
-Bueno
si te pones así- dijo Laura tirando de mi brazo y sentándome en el sofá.
Me
levantó la camiseta, mientras yo me descalzaba y desabrochaba la bragueta de
los tejanos. Me bajé los pantalones y me quedé en ropa interior mientras ella
se desnudaba.
Cuando
las dos nos desnudamos Marcos se bajó los pantalones junto a los calzoncillos,
sonriendo.
-Así,
así ummmm… por cual empiezo- decía mirándonos lascivamente.
Laura
se sentó sobre mi regazo abriéndose de piernas y empezando a tocarse dijo –¿Por
qué no empiezas por aquí?
-Que
zorra eres- le dijo acercándose a ella con la polla apuntando casi al techo.
Laura,
muy dispuesta, se acercó y empezó a lamerle el glande. Marcos le apartó la cara
con la mano. –Estate quieta niña.
Laura
se quedó parada mientras Marcos le agarro con fuerza una teta tirando de ella
hacia arriba y preguntándole -¿Cuántos te las tocaron ayer?¿Te gustó eeh?
-Pues
muchas… no sé no las conté- decía sin moverse mucho por miedo a ser reprochada
de nuevo.
Paseé
una mano por la cintura de Laura, deslizándola hasta su entrepierna mientras
con la otra mano le agarré el otro pecho. Laura se abría de piernas echando la
cabeza atrás, apoyando todo su cuerpo en mi torso.
Marcos
soltó el pecho de Laura y tiró de su muñeca, arrancándola de entre mis brazos y
obligándola a caer de rodillas delante de él. –Aparta puta- le dijo en tono
seco mientras me agarró uno de los tobillos.
Levantó
mi pierna sin apartar la vista de mi entrepierna, poniendo a prueba mi
flexibilidad.
-Aaah
vigila- dije ya quejándome al ver que seguía tirando de una de mis piernas
hasta abrirme por completo, con una pierna aun en el sofá y la otra apoyada en
su hombro.
Dejándome
en esa incómoda posición posó sus manos en mis caderas y fue acercando su pene
a mi coño. De una estocada me la clavó hasta el fondo, yo ya estaba bastante
húmeda así que no me hizo daño, más me dolió la pierna.
Mientras
me embestía a ritmo acelerado se ayudaba con las manos para mover todo mi
cuerpo, zarandeando mi cuerpo en una muy mala posición.
Mientras
yo me quejaba él jadeaba y gruñía, por muchas pastillas que se hubiera tomado
su aguante seguía siendo el mismo. A penas llevábamos 3 minutos que ya notaba
como bajaba el ritmo y su polla empezaba a palpitar en mi interior, la notaba
muy caliente.
Laura
se acero de rodillas, observando en primer plano como ese viejo me penetraba
frenéticamente.
-¿Queréis
que haga algo?- preguntó tímida y con poca voz.
Marcos
ni si quiera la oyó, en ese momento tenía los ojos cerrados apretándose contra
mí.
-¿Te
vas a …? –no me dejo acabar de preguntar cuando la saco de golpe y apunto con
su miembro duro a Laura acabando de masturbarse.
Cinco
o seis chorros bien caudalosos de leche sobre el rostro de Laura.
-Ufff
–gemía frotando su capullo empapado en semen por la cara de Laura- estas hecha
todo un cubo de corridas.
-Susy,
ven y límpiala un poco- me ordenó señalándola.
-¿Con
la lengua? – pregunté agachándome para ponerme a la altura de Laura, que
sonreía satisfecha.
-Sí,
y a cuatro patas.
Mientras
lamía la cara de Laura como una perrita veía como Marcos se masturbaba con una
enorme erección aun.
Laura
me sacaba la lengua, yo le pasaba el semen de mi boca a la suya mientras nos
besábamos pero de golpe sentí las grandes manos de Marcos abarcándome ambas
nalgas y tirando de ellas exponiendo mi ano, acto seguido noté el capullo aun
húmedo sobre mi culo haciendo fuerza.
Marcos
amasaba mis nalgas mientras yo iba cediendo y dejaba que me la fuera clavando.
Se notaba mucho que estaba siendo ayudado por los químicos, podía notar su
polla más hinchada de lo común con las venas y todos sus relieves deslizándose
por las paredes de mi recto.
-Ammm
–gemí casi gritándole a Laura.
Marcos
soltó una de mis nalgas y me palmeo con fuerza el coño.
-Me
parece que a esta puta le pone más cachonda por detrás que por delante, ¿Verdad
Laura?
-Ahora
que lo dices… siempre que me deja el strap me pide que le dé por detrás.- me
decía risueña mientras yo le echaba el aliento en la cara, con una mueca de
placer y lujuria.
Marcos
en sus últimas preguntaba mientras me enculaba lentamente pero con decisión -¿A
quién le gusta más la leche?
-Diría
que a Laura-dije mirando a Laura provocativamente.
-No
no, yo creo que a Susy, mira que cara, lo está pidiendo…
-Uuuuuh
pues… -dijo Marcos hincando sus dedos en mis nalgas.
Note
como me llenaba el culo de su corrida, no pensé que pudiera correrse tanto
teniendo en cuenta que casi se acababa de correr.
-Ven
aquí Laura, que creo que te gustara lo que he dejado en el culo de esta
perrita.
Laura
se sentó en el suelo abriendo la boca, esperando que Marcos la sacara.
Marcos
la apartó diciéndole –Lo tuyo está aquí dentro –señalándome el ano.
Rápidamente
se puso tras de mí, separando las nalgas y pasando la lengua por encima de mi
culo, y no tuvo suficiente con los restos de semen que su capullo había dejado
sobre mi ano. Laura rodeo con sus labios mi esfínter y noté como la punta de su
lengua entraba en mí, como si quisiera vaciarme toda.
Mientras
tanto Marcos se puso delante de mí con el pene a media asta, sonriendo
satisfecho. Lo agarraba por la base y le lo acercaba a la boca zarandeándolo,
carcajeándose al ver como intentaba lamerlo y me lo apartaba dándome golpecitos
con él en la cara, golpes que cara vez fueron más fuertes hasta que de nuevo se
le puso dura del todo.
-Anda
abre la boca y estate quieta, que hoy me apetecía follarte todos los agujeritos
y dolo me queda este.
Abrí
bien la boca y sin que se lo pensara dos veces me la metió hasta la garganta,
procurando frotarse lo más que podía contra mi lengua.
Notaba
como se me llenaba la barbilla de mi propia saliva, que a cada embestida caía
una buena cantidad.
Marcos
me mantenía la cabeza quieta mientras me la follaba con fuerza, notaba su
barriga apretándose contra mi cara.
Laura
levantó la cabeza preguntando –¿Y ahora qué?
-Te
gusta tanto el semen que te tomas el de segunda mano y todo jaja, ahora cuando
acabe con esta que te dé el que descargue en su boca.
Laura
se sentó en mi espalda mirando detenidamente como me la hincaba en la boca.
Marcos
aceleró el ritmo y acabó corriéndose en mi boca, sin pensarlo dos veces le pasé
la lengua por todo el glande y me tragué la corrida.
Marcos
se sentó en el sofá cansado, mientras Laura me preguntaba –¿Me das lo mío?
-¿El
qué?- pregunté.
-¿Te
la has tragado toda? Eres una egoísta.
-¿Qué
te pasa Laura, que la perrita no quiere compartir la leche? Venga lame los
restos de la punta- decía Marcos con el pene ya completamente deshinchado.
Laura
se la chupaba mientras yo me empecé a vestir.
-Ahora
cuando llegues a casa le das unos azotes por avariciosa y en paz- le decía a
Laura sin apenas mirarla.
Evidentemente
cuando llegamos a casa no me dio unos azotes.
Durante
la semana no teníamos a penas sexo, como mucho le sacábamos un poco de brillo a
los straps un par de veces pero con lo que hacíamos los fines de semana nos
cansaba como para toda la semana.
Nuestra
rutina era la misma, de lunes a viernes entrenábamos, los viernes íbamos a tomar
una copita con los amigos, algún día nos permitíamos comer fuera.
Pero
el sábado era nuestra noche, este nos llevamos una sorpresa cuando llegamos nos
dieron unas camisitas que a mí me tapaban mucho más de lo que podía tapar a Laura,
con los puños doblados y cosidos tal que parecían de manga corta y anudadas
para enseñar el vientre. Unas braguitas a juego, pero no nos dieron guantes,
cuando fuimos a ver a Marcos nos lo explicó.
No
íbamos a boxear, teníamos que pelearnos entre nosotras pero como boxeando
siempre ganaba yo, así lo igualaríamos un poco.
En
cuanto nos fuimos a maquillar y peinar las chicas se encargaron de
desabrocharnos un par de botoncitos para mostrar más carne, bueno cada una lo
que tenia porque a Laura parecía que le iban a saltar los botoncitos en cambio
a mí no.
-No
estás nerviosa- me preguntaba Laura dando vueltas alrededor de la puerta
mientras yo me quedaba apoyada en la pared arreglándome el cuello de la
camisita.
-No…bueno…
no mucho, es lo de cada semana salir darte una paliza y encularte delante de
los babositos esos.
-¡Oye!
Que te puedo ganar también…
-Claro
tonta… pero bueno si no me ganas hoy que te lo están poniendo más facilito.
-Ya
verás, hoy acabaras con la cara pegada a la lona gritándome Laura dame más, ooh
Laura mi Ama- decía sonriendo y gesticulándolo todo.
-Ya
veremos, va que empezamos ya…
Una
mujer nos acompañó al ring, estaba también bastante bajo, apenas tenias que
saltar para subirte.
Mientras
nos anunciaban y dejaban un tiempo para que la gente se acercase nosotras nos
paseábamos sonriendo a los que fueron más rápidos y estaban al lado de las
cuerdas.
Les
miraba repasando uno a uno, no había ni uno guapo, ni en forma, con suerte
encontrabas a alguno que estuviera en su peso.
Cuando
me di cuenta entre piropos y miradas lascivas nos hicieron ir a nuestros
rincones y sonó la campana.
Laura
vino corriendo y tras un golpe directo que esquivé me dio un fuerte pisotón.
-Aaah-
grité antes de que Laura me diera otro puñetazo que me hizo retroceder aun más.
Laura
jadeaba mientras lanzaba sus puños uno tras otro, tratando de arrinconarme pero
aprovechando me baja estatura esquivé un derechazo y me abalancé sobre ella
tratando de sujetarle las muñecas, empujando para echarla al suelo, pero cuando
la empezaba a doblar sonó la campana.
Me
daba aire con la camisa mientras miraba como Laura se la iba desabrochando y se
la daba a la chica que nos acompañó al ring.
Laura
me observaba sonriendo y pasando un dedo por su pezón, siguiéndole el juego me
quité también la camisa quedándonos las dos en braguitas.
Volvimos
a la pelea, esta vez fui con más cuidado, me centré a lanzar puñetazos a Laura,
le hice sufrir lo suyo pero casi ni la toqué.
Cuando
estaba a punto de volver a sonar la campana Laura me hizo la zancadilla,
haciéndome caer de culo a la lona, cuando alce la vista apartándome el pelo de
la cara era demasiado tarde ya. Laura se tiró sobre mi sin contemplaciones, nos
dimos un cabezazo las dos, me acabo apresando entre su cuerpo y el suelo.
Pataleaba
y pataleaba pero Laura aprovechando la situación me agarró las dos muñecas y
apresaba mis manos sobre mi cabeza para evitar que la apartara.
Yo
intentaba rodar pero ella hacia fuerza con sus rodillas en mis costillas, pero
en esa pose tenía sus pechos pegados a mi cara, al ver como corría el tiempo y
que estaba a punto de perder le di un fuerte mordico a su pezón.
–¡Aaaah
zorra! -gritó Laura bien agudo.
Me
soltó un momento, pero bastó para escabullirme a cuatro patas mientras gemía de
dolor.
Cuando
me iba a levantar Laura me agarro de un tobillo y tiró de nuevo de mí,
obligándome a caer de cara al suelo. Laura se sentó sobre mi espalda apretando
con sus manos mi cabeza, enredando entre sus dedos mi pelo por si se me ocurría
escaparme de nuevo.
El
tiempo pasó y la victoria fue concedida a Laura, que se levantó dando saltitos
de alegría mientras la chica “arbitro” la miraba con cara de pocos amigos y le
ofrecía el famoso strap-on, razón por la que todos los espectadores nos estaban
mirando.
Entretanto
yo me fui levantando poco a poco, bajándome las bragas, alzando poco la vista.
Escuchaba los comentarios de los hombres a mí alrededor, algunos se alegraban
de ver si mi culo sería capaz de tragar tanto, otros se quejaban que habían
perdido la apuesta otra vez.
Laura
masajeaba esa enorme polla de goma mirándome con lujuria y deseos de vengarse.
-Pesa
bastante, no sé cómo podías llevarlo con lo pequeñita que eres…
-Me
vas a lamer antes el ano, yo te lo hacía –le dije mimosa pasando una mano por
cuello, bajándola hasta sus pechos.
-No-
dijo seca.
-¿Estás
loca?, ¿Cómo me lo vas a meter sin lubricar?- dije sorprendida.
-Si
quieres lubricarlo lo chupas, pero yo no voy a lamer tu sucio agujerito.
-Va…
vale- le dije sin verme capaz de contradecirla.
Me
arrodillé y empecé a lamer el capullo de ese inmenso juguete mientras Laura lo
sujetaba con ambas manos por la base, sacando la lengua y dando lamidas cortas
pero impregnándolo bien.
-¿Quieres
que alguien te chupe el culo?, venga ofrécete.
Me
acerqué a las cuerdas, arrodillándome y poniéndome a 4 patas sacando el culito
entre ellas, me abrí bien las nalgas y dije con voz suave, mirando a Laura –Por
favor, ¿alguien podría lamerme el ano?
No
hizo falta que lo repitiera más alto, tres o cuatro hombres se empujaban por
ser el primero en lamerlo mientras otros se conformaban con pasar un dedo por
mi coño o hundir sus dedos en mis nalgas amasándolas bien, incluso noté unos dedos
recorriéndome las plantas de los pies.
-Ahhmmm,
muchas gracias…- gemía al notar una lengua pasando por la superficie de mi
agujerito y varias manos tocándome.
-¡Anda,
chupa!- dijo Laura dejando caer el strap sobre mi cara dándome un ligero golpe.
Lo
lamía metiéndome todo lo que podía en la boca, me caía la baba pero la
aprovechaba para con la otra mano extenderla por la base de juguete.
Cuando
Laura se hubo reído lo suficiente chasqueó los dedos, llamando así la atención
de todos los hombres y la mía.
-Ponte
de pie- ordeno tranquila y serena.
Me
puse de pie con las piernas bien juntas cual marine esperando una nueva orden.
Laura se paseaba dando vueltas a mi alrededor, se paró justo a mi lado y
comparó el tamaño del strap con mi cuerpo poniéndolo a mi lado.
Se
carcajeaba al ver como poniéndolo sobre mi tripa llegaba a casi mis costillas.
-¿Te
cabrá?- preguntó riéndose a escasos centímetros de mi cara, apretándome ese
aparato de goma contra mi abdomen.
-Supongo…
-dije un poco nerviosa.
Me
rodeó y poniendo un mano en mi nuca me hizo inclinarme hacía adelante, para
finalmente ponerme a 4 patas.
-Échate
un poco más para allá- decía señalando las cuerdas- y ya que te han chupado el
culo dales algo a cambio…
Me
puse lo más pegada al borde de la pista, sacando la cabeza, y de golpe…
-Aaah-
gemí al notar que de un solo empujoncito me metió todo el capullo, no era mucho
pero era bastante gordo.
Me
incliné un poco más, no tardaron mucho en sacárselas y empezar a apretarlas
contra mi cara pidiéndome que se las chupara, mientras otro atrevido me
apretaba las tetas.
Abrí
bien la boca y me metieron dos pollas a la vez, no entraron mucho pero me
forzaban los labios, movían sus caderas frotándose contra mi lengua.
Durante
este frenético manoseo por parte de los salidos clientes, Laura me agarraba con
fuerza la cintura empujando mi cuerpo
contra su strap mientras ella lo empujaba contra mí, poco a poco iba cediendo.
Intentaba
hablar con la boca llena, por un segundo me las sacaron frotándomelas por la
cara.
-Laura
no entra más, ¡para por favor!- grité mientras un hombre empezaba a correrse
haciéndome cerrar los ojos y la boca.
Laura
seguía dejando caer su peso sobre mi cuerpo –¿Qué te he dicho antes que me
tenias que decir? – preguntó riéndose al ver como semen de extraños resbalaba
por mi cara.
-¿Dame
más por culo Ama?- dije no muy convencida.
Laura
dio un último empujón tratando de meter lo que le quedaba de un solo golpe pero
solo consiguió hacer que perdiera el equilibrio y acabase más a la merced del
público.
-Eso
es bonita…-decía tirando de mi hacia ella.
Notaba
como por mucho que empujara más yo ya hacia tope pero ella siguió metiéndolo
hasta que entró todo, no satisfecha aun empezó a bombear muy suavemente,
deslizando poco a poco un mano hacia mi coño.
-¿Quieres
que te toque aquí?- preguntó mimosa.
-Sí,
por favor- dije mirándola pero sin dejar de chupar una polla y acariciar dos
más con mis manos y varias manos me tocaban el pelo, los pechos, algunos la
cara…
-¡Que
cerda!... si gruñes un poco para mí te lo tocare como a ti te gusta. –dijo carcajeándose
y dándome una palmada en el culo.
-Oink
oink –gruñía mirándola mientras se corrían en mi cara, Laura a penas me había
tocado y mi coño estaba chorreando, notaba como un río de flujos bajaba por mis
muslos.
Noté
una fuerte palmada en mi coño, sonó bien fuerte mientras gruñía de nuevo. Laura
dejó ahí la mano, pero no quieta, la movía en círculos pasando sus dedos entre
mis labios buscando mi clítoris, resbaladizo entre tanto flujo.
Laura
se iba separando despacito para luego volverse a dejar caer clavándomelo todo,
no daba crédito a lo dilatado que tenía el ano y lo hondo que llego a meterme
ese enorme consolador, lo notaba en la base de mi estomago revolviéndome las
tripas pero estaba cachonda a más no poder.
La
mezcla del olor a semen, tantas manos estimulando cada centímetro de mi cuerpo,
el poco dolor de mi culo, Laura gritándome, me excitaba tanto, jamás pude
imaginar que Laura me excitara tanto.
En
cuanto me descuidaba e intentaba girar un poco la cabeza ya tenía otro pene golpeándome
la cara, esperando a ser chupado, había tragado tanta leche aun tratando de
escupirla toda.
Jadeaba
fuerte, separándome un poco de esos hombres, -Laura me… me corro…
Laura
alzó la mano de mi entrepierna riéndose, empecé a acariciarme yo misma con la
cara apoyada en el suelo, con una mano me abría bien los labios y con la otra
me frotaba con rudeza el clítoris.
Laura
seguía bombeando, ella también estaba a puntito pero le quedaba algo más de lo
que me quedaba a mí, me rozaba la cara contra la lona con el vaivén provocado
por las enculadas salvajes de Laura.
Me
corrí con la cara pegada al suelo, gritando de placer como nunca antes, notando
todo mi cuerpo temblar y palpitar, Laura me amasaba las nalgas y me acariciaba
con delicadeza el coño al ver mi estado.
Agotada
me quedé inmóvil mientras Laurita seguía follándome, procurando frotarse lo máximo
con mi cuerpo, ya no miraba por mí, solo pensaba en su placer. Yo conocía eses
placer, la dulce caricia del strap al follarte a otra.
Laura
consiguió correrse mientras algún que otro hombre se me acercaba y se corría en
mi pelo, conseguían excitarse aun estando de boca abajo y sin apenas moverme,
estaban realmente necesitados. Por una parte me daba asco pero por la otra me ponía
a tono.
Cuando
Laura se hubo corrido, me dio un par de palmadas al culo gritando –Levanta perra.
Nos
acompañaron a camerinos donde nos pusimos nuestra ropa y volvimos a casa sin
limpiarnos a fondo, cuando llegamos a casa dudé si pedirle más sexo a Laura pero
se durmió demasiado rápida y no quise despertarla.
Mientras
trataba de dormirme pensaba en como en un día había cambiado todo, hacia unas
horas no habría dudado en tirar del pelo de Laura y ponerla a comerme el coño
sin importarme si estaba dormida pero ahora, ahora todo era diferente.
Epero
que os haya gustado!!! Es más de lo mismo pero al revés, los próximos serán distintos,
no será una pelea pero iran por aquí los tiros. Comentad los relatos por favor
que es la única forma que tengo de saber si os gustan.
Muy buen relato, la rubia quiere ser la domina aparentemente, espero reciba su merecido
ResponderEliminarlo unico malo es que me parecio demasiado corto
ahora a esperar el proximo!