Me desperté al día siguiente por la mañana, era temprano,
debían de ser las 9 o como muy tarde las 9:30 pero tenía ganas de ir a hacer
pis, abrí los ojos poco a poco y me vi abrazada por Laura, desnudas y con los
restos de maquillaje que no se habían perdido entre las sábanas y almohada.
Entre sus brazos y con la cabeza apoyada en su pecho
había dormido muy bien, aun olía a ese perfume tan dulce y empalagoso que se
puso para nuestro estreno en el mundo del espectáculo, aun que se estaba muy
cómoda y calentita en esa postura no podía quedarme mucho tiempo. Aparté
con cierta delicadeza el brazo de Laura
y me separé sigilosa, la tapé con la sábana hasta el abdomen y me fui al baño.
Mientras meaba cogí el móvil, para mi sorpresa vi dos
mensajes de un número que no tenía guardado.
El primero era de pocos minutos después de irnos de aquel
sórdido local “Bien Susana me has hecho ganar una pasta, además aposté por ti,
mañana pasaos por mi oficina para hablar”
Y el segundo era de las 8 de la mañana, por suerte tenía
el móvil en el bolso, en silencio, y no
me desperté “Cuando queráis os podéis pasar que yo estaré hasta las 14:00, os
espero ¿vale?”
No hacía falta ser muy lista para intuir que aquellos
mensajes eran de Marcos, así que cuando terminé en el baño me volví a la
habitación con intención de despertar a Laura.
Cuando
llegué a la habitación y la vi acurrucadita en las sábanas me dio pena y todo,
me hice un hueco y me puse tras ella, le pasé la mano por la cintura pegándola
bien a mí con dulzura y empecé a besarle el cuello, besos cortos con la punta
de los labios, muy suaves.
-Cariño-le
dije entre beso y beso- despiértate ya…
Laura
se hizo la remolona tapándose más hasta el cuello, di un tirón seco a las
sábanas hacia abajo y la destapé del todo sin separarme de ella.
Laura
se giró y sin darle tiempo a abrir los ojos, le di un morreo en toda regla,
metiéndole la lengua hasta donde me dejó.
En
cuanto separé mis labios de los suyos abrió los ojos frotándoselos y con voz
apagada y débil dijo –Buenos días Ama.
Me
abrazó fuerte y me preguntó -¿Tenemos que ir a entrenar hoy también?
-No
mujer, lo que pasa es que nos quiere ver el jefe.- le contesté riéndome y
dándole un beso en la frente.
-Ehhh…¿Quién?
–preguntó aun sin saber dónde estaba.
-Marcos,
el babosito del club de steaptease…
-¿Para
qué?
-No
sé. Él sabrá, a lo mejor nos quiere tomar más medidas jaja. Anda dúchate que te
preparo algo de comer.
-No
quiero ir- dijo revolviéndose en la
cama.
-Venga
vaaaaaaa- le contesté empujándola con los pies hasta echarla de la cama.
Laura
se levantó de morros y se fue al baño donde se encerró y al poco rato escuché
el agua correr.
Mientras
Laura se duchaba me puse a hacer creps con dulce de leche, nata y helado de de
chocolate. Laura salió de la ducha y se llevó una gran sorpresa, mientras
desayunábamos fuimos comentando la noche anterior.
A
Laura aun le dolía el culo, pero le había encantado ser exhibida y humillada
delante de tanta gente, incluso me confesó que quería más, que no tuvo
suficiente con ser sobada y observada que quizás podía haber sido mejor. Me
alegré mucho incluso me llegué a calentar al escuchar como describía su
experiencia, como se excitó al notar manos extrañas apretando sus pechos y al
mirar a cientos de hombres toqueteándose mientras la miraban, su relato me daba
ganas de ser yo la próxima.
En
cuanto acabé el desayuno me metí en la ducha, Laura recogería los platos y la
cocina. En la ducha no dejaba de darle vueltas a la idea de ser usada como
habían usado ayer a Laura, me subió de nuevo la temperatura, esta vez incluso
más.
El
agua que resbalaba por mi pecho me hacía sentir como una caricia muy suave y
delicada, de pronto noté como me estaba humedeciendo ahí abajo. Sin pensármelo
dos veces me senté en una esquina, dejando caer el agua sobre mi cara, me abrí
bien de piernas y empecé a acariciarme el clítoris frenéticamente. Mis caricias
se mezclaban con el agua que caía de la ducha.
Cerré
fuerte los ojos y pensé en que Laura me estaba sodomizando con aquel enorme
consolador, me metí dos dedos en el culo y los separé para emular esa
sensación. Imaginado a miles de desconocidos haciéndose pajas pensando en mi,
creyendo que era Laura la que me enculaba, poniendo en su boca palabras
malsonante que me hacían sentir una cualquiera, imaginando su voz entre jadeos
quebrada por el placer.
No
me dio tiempo a fantasear mucho más pues en menos de lo que me esperaba me
corrí retorciéndome en esa pequeña ducha. Acabé de asearme un poco, salí, me
sequé me arreglé un poco el pelo con espuma y me fui a la habitación a vestirme
como si nada.
-Bueno
Laura… ¿ya estas vestida?- le pregunté mientras entraba a la habitación.
Laura
llevaba unos pantalones tejanos azules muy desteñidos ajustaditos y una
camiseta de manga larga blanca con la palabra ANGEL escrita en pedrería, con un
escote circular bastante grande y provocativo, de hecho se le podía ver las
tiras del sujetador asomar. Se había recogido el pelo en una única cola baja.
Yo
tampoco me compliqué mucho, iba con unas mayas ajustadas de color azul claro,
una camiseta de manga corta muy sencilla de color rosa y unas deportivas
plateadas. Con braguitas blancas de algodón y sujetador color gris claro.
-¡Aun
vas descalza, vamos vístete!- le dije a Laura.
-Estoy
en ello –dijo enseñándome los calcetines que llevaba en la mano.
Se
puso unos botines con algo de tacón, se levantó dando un paseíto con las manos
a los lados como posando y me dijo –¡Lista!
El
local no estaba muy lejos de casa, pero nos dejo tiempo para charlar. Por el
camino íbamos hablando como una pareja normal, incluso discutíamos sobre el
calzado que se había puesto Laura. Ella me echaba en cara que siempre iba plana
y yo le contestaba que ella siempre iba con tacones.
Llegamos,
no había nadie en la puerta atrás, Laura llamó a la puerta y nadie nos
contesto, ni si quiera salió el apuesto segurata.
Dimos
la vuelta al local hasta llegar a la puerta principal, era enorme, con varios
carteles anunciando las mejores bailarinas de la ciudad, las camareras más
guapas y espectáculos picantes como el nuestro. Intenté abrir la puerta pero
estaba cerrada, cuando me gire a coger el móvil para llamar a Marcos el
segurata nos abrió la puerta.
-Gracias
-le dije mientras nos sujetaba la puerta.
Este
chico vive aquí pensé sonriendo y tratando de disimular, Laura me vio y me
respondió con otra sonrisa aun sin saber porque lo hacía.
El
chico nos acompaño, como siempre, hasta la puerta de su jefe.
Nada
más pasar Marcos dejó un montón de tickets, papeles y una calculadora de banda
para atendernos. –Buenos días princesas, ayer me hicisteis muy, pero que muy
feliz, zorras.- gritó alzando los brazos.
-Bueno
gracias – dijo Laura con cierto tono de soberbia.
Marcos
se sentó casi obligándonos a sentarnos junto a él. Nos ofreció de nuevo sus
licores que a nuestro nivel parecían grandes manjares que no nos veníamos
capaces de rechazar, así que Laura se levantó y sirvió tres copas de whisky.
Mientras
bebíamos Marcos nos acariciaba la rodilla riendo como un autentico viejo verde.
Básicamente hablamos de como fue la noche.
-Para
la semana que viene tengo algo nuevo pensado… -nos dijo mirándole las tetas a
Laura.
-A
mí ya me gustó como lo hiciste ayer- le dije.
Laura
me miró sonriendo y no cuando iba a contestar Marcos la interrumpió.
-Sí,
bueno… pero…
-¿Pero
qué?- le pregunté al ver como se iba por las ramas.
-La
intención es bajar el ring, para que se os vea mejor.
-¿Mejor?-
preguntó Laura – Si lo bajas los de atrás nos verán menos.
-Chicas
hay cámaras y teles pero lo que quiero es que los que están adelante os vean
bien, ya sabéis…
-Umm
y que nos puedan tocar….-dije pasándome una mano por todo el cuerpo.
El
pasó su mano tras la mía, recorriéndome el cuerpo pasándola por mis pechos,
siguiendo por mi abdomen y terminando en mis nalgas, apretándolas un poco.
-Eso
mismo Susy…
-Que
guarra eres Susy- dijo entre risas Laura.
Me
levanté y me puse delante de ella agarrándole un pecho -¿Qué estas celosa?- le
preguntaba moviéndole una teta de lado a lado estrujándola.
Laura
con una mueca de placer se lamia los labios, -Sí, un poco…
Marcos
le agarró la otra teta mientras nos animaba a seguir.
-Marcos
no vamos a follar cada vez que vengamos- le dije apartando nuestras manos de Laura
y sentándome sobre ella.
Laura
puso cara de que le había cortado el royo pero me apoyo contestando –Claro,
nosotras trabajamos una vez por semana, y a mí aun me duele el culo de ayer…
-Jajajaj,
eso, pobre Laura ¿Es que solo piensas en ti?
-Uff
¡pues no os pongáis a zorrear así delante de mí! –Se quejó Marcos.
-¿Te
la hemos puesto dura? –dijo Laura muy borde.
Marcos
nos miro con mala cara a las dos, pero así era se le marcaba todo en los pantalones.
-¡Joder!
Mira que sois putas- dijo levantándose, se fue a su mesa, abrió un cajón y saco
un fajo de billetes. Tiro 100 euros delante nuestro.
-Que
quieres que hagamos con esto- dijo Laura mirando los billetes en el suelo.
-Mamádmela-
dijo riéndose.
-Bueeeeeeeno-
le dije sonriendo.
Se
bajo los pantalones y se puso delante nuestro, realmente la tenía bien dura.
Aun sentada en la falda de Laura me quedaba más o menos a la altura de la boca,
abrí bien la boca y le rodeé el capullo con los labios dando pequeños sorbitos
y lametones, humedeciéndola bien.
-Tú,
uff, tú tienes la boca estrechita-jadeaba sin soltarme la nuca, no vaya a ser
que dejara de mamársela.
Laura
le acariciaba los huevos mientras se acercaba a la base de su pene, dando
pequeñas lamidas, muy cortas pero seguidas.
Marcos
también le agarró de la nuca también, mientras jadeaba le empezaban a flaquear
las piernas.
Se
apartó de golpe y se sentó en el sillón –De una en una, putas…
Laura
se puso en cuclillas delante de él y se clavó la polla entera en la boca.
-¿Te
gusta más como te lo hace Laura? Le pregunté al ver como echaba la cabeza hacia
atrás jadeando.
-Ti…
tiene la lengua más grande…. Y… aaah no pares no pare bonita.
Me
quedé ahí de pie sin hacer nada, mirando a Laura dándole tanto placer a ese
hombre sin poder ayudarla.
En
menos de dos minutos Marcos dio un gritito y apartó a Laura corriéndose
cuantiosamente en su cara, cinco disparos de semen empaparon su cara y parte de
su pelo. Fue una corrida que pilló bastante por sorpresa a la pobre Laura.
Laura
se giró mirándome mientras yo me reía al ver la leche resbalándole por la
frente y los carrillos.
Marcos
me hizo un gesto con el dedo, aun con el pene a media asta.
-¿Quieres
otra? –le pregunte escéptica.
-No,
pero me gusta como pasas la lengüecita por todos los recovecos de mi glande.
-¿Te
corres con mi novia y yo he de limpiártela?- le dije con cierto tono sarcástico.
-Eres
una putita lista- decía mientras se la cogía por la base y la zarandeaba.
Cuando
me arrodillé delante suyo la soltó y dejo que yo hiciera mi trabajo, la cogí
con delicadeza y me metí la puntita en la boca chupeteándola bien, como una
niña con su biberón.
Notaba
el sabor de semen, mezclado con otro más fuerte, ese hombre no era muy limpio
ya cuando se la chupé antes que Laura noté un sabor fuerte. Él me sujetaba la
cabeza con una mano, mientras le decía a Laura –Bonita en aquella mesa hay
pañuelos si quieres.
En
cuanto Laura se acabó de limpiar, me la sacó de la boca sin soltarme la cabeza
y me dio un golpe en la cara con su polla medio flácida, riéndose. –Ya os podéis
ir putas, el sábado quedamos aquí a las 10.
Laura
tímida preguntó –¿La semana que viene… nos tocarán más?
No
pude evitar llevar mi mano al culo de Laura mientras me reía.
-Sí,
si estáis de acuerdo bajaré el ring para que os puedan sobar bien y si os tumbáis
les lleguéis a la altura de la polla jaja.
-¿Entonces
la que pierda…-pregunté calentándome- aparte de ser enculada por ese “monstruo”
tendrá cientos de penes golpeándole la cara, obligándole a mamar y tocándola todo
lo que puedan?
Cada
pausa que hacia suspiraba, sintiéndome más y más caliente.
-Sí-dijo
Marcos algo seco volviendo a su mesa.
Nosotras
nos fuimos, en cuanto salimos Laura riéndose me dijo –No te dejes ganar ehh…
-¿Yo?-
dije exagerando.
-Si
solo de pensarlo te estás mojando, admítelo.
Mi
mano se adentro en pantalón apretándole con fuerza, empujando mis dedos hacia
su ano.
-Ayy
ayyy ayy- gritaba haciéndome parar.
-Me
estaba poniendo cachonda de imaginarte así, ¿Vale?- le dije mintiéndole por
miedo a que me perdiera la autoridad.
El
resto de la semana paso normal, entrenos, algún día nos íbamos de fiesta, pero
el sábado llegó rápido.
Este
ya fuimos más rápidas, entramos y pasamos directas al vestuario, para nuestra
sorpresa nos habían cambiado el uniforme.
Laura
se puso un culotte rosa con dos rayas verticales al lado derecho, sin nada más
debajo. Un top de bikini de un rosa muy parecido, pero no exactamente el mismo,
era muy pequeño tapaba no mucho más que sus pezones, aun así sus pechos
quedaban bien recogidos.
Mi
conjunto era casi igual en azul celeste, solo que el sujetador era más ancho y
el culotte me quedaba más corto.
Nos
colaron rápido a la sala de maquillaje, nosotras toda chulas sonreíamos al ver
que teníamos prioridad sobre las otras bailarinas y camareras.
A mí
me hicieron dos colas bastante altas y me pintaron los ojos y los labios, a Laura
también le hicieron dos colas pero más bajas, también le pintaron los ojos y
los labios, además le pusieron un poco de colorete en los pómulos.
Acabamos
más pronto que la semana anterior, así que nos paseemos por el recinto hasta
llegar al despacho de Marcos. En cuanto nos vio nos dijo –Mmmmm, que monas
vais, mañana si venís así os voy a dar un plus.
-Nos
gustan mucho tus… extras- dijo Laura riéndose.
Se
acercó a nosotras y dijo –Si no
tuvierais que salir ahora os quitaba el pintalabios…
Acercó
su mano a mis nalgas, agarró por atrás el culotte y tiró hacia arriba mientras
con la otra mano metía bien la ropita por mis labios. –Así que se te vea bien
el chocho, bonita.
Laura
al verlo se recolocó el suyo también, pero eso no fue un impedimento para que
Marcos le “ayudara” pasándole un dedito por cada pliegue de su coño marcado en
esa fina tela rosa.
Llamaron
a la puerta, una chica nos llamó por nuestro nombre con un peculiar acento ruso
o rumano, la seguimos hasta el ring, este era mucho más bajo de unos 30 o 40 cm
de altura, nos podíamos subir sin necesidad de escalones ni hacer maniobras,
aun así mantenía las cuerdas.
No
quedamos en el centro colocándonos los guantes mientras el locutor anunciaba el
comienzo del combate.
En
cuanto nos fuimos a nuestros rincones podíamos notar la gente a nuestro lado, sobándonos
con disimulo al principio y luego con más descaro. La campana parecía tardar
más de lo normal para que estos disfrutaran más, pero finalmente sonó.
Avancé
rápida, no mucho más que Laura pero conseguí ganarle un poco de terreno, no
quise bajar la guardia así que empecé a lanzar golpes directos con mi izquierda
para mantener a Laura a cierta distancia, de vez en cuando encadenaba un
derechazo, pero realmente no sabía muy bien si cebarme o mantenerla ahí.
Laura
aprovechó mi momento de duda, para ir girándose, tratando de darme la vuelta y
ganarme terreno.
Se
oían gritos de todo tipo, desde ánimos, a gente intentando desconcentrarnos
hasta consejos tales como “arráncale el sujetador”.
El
asalto fue bastante aburrido, apenas nos cansamos, solo dimos unas vueltas marcándonos
y puestos a que a nosotras se nos pagaba por dar un espectáculo no me pareció muy
justo.
Durante
el descanso me giré y me levanté con el guante el sujetador, dejándolo en la
esquina, la chica que nos acompañó lo recogió rápida y se fue a la esquina de Laura
por si acaso, a ella le ayudó a quitárselo.
El
segundo asalto empezó más o menos como el segundo, dando vueltas y sin mucho
contacto, pero todo cambió cuando le di un golpe directo a Laura en todo el
pecho, que la hizo encogerse, no mucho para no bajar la guardia además contesto
rápida lanzando un golpe al aire que me hizo separarme de ella evitando que le
diera un segundo golpe.
Laura
se rebotó y me dio un señor golpe en el costado, seguido de otro en la tripa y
la campana me salvó de un tercero.
Me
fui a mi rinconcito rápido, empezaba a notar el sudor bajar por mi pecho y me
daban escalofríos, al bajar la vista como cada vez se me marcaban más los
labios, gracias al sudor y un poco a que me estaba poniendo cachonda.
Mientras
miraba a Laura que se acariciaba la teta que le había golpeado antes, note algo
pasando entre mis nalgas, giré la cabeza y vi a un hombre de unos 50 años frotando
su cara contra mi culo, aspirando fuerte directamente de mi culo el aroma de
este mezclado con el sudor.
Mi
reacción fue todo lo contrario a lo que hubiera pensado que haría, me incliné
hacia delante sacando bien el culo, el separó con una mano mis nalgas abriéndose
paso entre el culotte, mientras otras manos empezaron a tocarme sin un ápice de
delicadeza el coño.
Laura
me miraba sin dar crédito a lo que estaba haciendo, cuando sonó la campanita me
distraje un momento disfrutando de aquella sensación, de tener a varios hombres
excitados con mi cuerpo sucio y sudado, cuando me di cuenta tenía a Laura encima.
Laura
soltó un golpe tras otro, que fui parando como pude, hasta poder golpearla yo y
recobrar un poco el control. Me distraía bastante viendo al público tan cerca
nuestro, pero finalmente logré que se cayera hacia atrás y cuando se intentó
levantar me tire sobre ella sentándome sobre su tripa, de rodillas al suelo.
-No
no no- gritaba Laura pataleando y levantándose.
Me
tiré sobre ella empujándole con los puños sobre los hombros para mantenerla
tumbada mientras el megáfono contaba.
Laura
consiguió darse la vuelta, pero fácilmente me la saque de encima y logré
ponerme encima de nuevo hasta que acabaron de contar.
-No
vale ponerse encima-me gritó al acabar el combate.
-Vale
todo, te toca recibir de nuevo…
Mientras
veía a la chica yendo a por el maletín me puse sobre Laura, a horcajas sentada
en su cara. –Venga quítame el culotte sin quitarte los guantes- le dije bajándome
hasta apretar mi coño, ya empapado, contra sus labios.
Laura
muy obediente mordisqueó mis labios con delicadeza hasta lograr agarrar con los
dientes solo la tela, mientras yo gemía moviéndome involuntariamente y dificultándoselo.
Cuando
estábamos jugueteando vino esa mujer tan antipática y nos hizo levantarnos,
ella nos quitó los guantes, la ropa y me ayudo a colocarme es famoso y enorme
strap-on.
-Laura,
ponte a 4 patas… -le dije burlona.
Ella obedeció poniéndose a gatas en medio del
ring, le pase una mano por el coño, el suyo no estaba tan mojado como el mío
pero no se quedaba corto, Laura respondía con suaves gemiditos. Con la mano
empapada le metí un solo dedo en su prieto ano.
-Hoy
no te lo voy a lamer- dije cruel.
-Susy,
por favor, cómemelo, te hare lo que quieras pero no me metas esto sin
lubricarme.
-¿Quieres
que te chupe este culo de perra?- preguntaba bien alto mientras agarraba una de
sus nalgas.
-Te
lo suplico…
-Porque
no se lo pides a estos de aquí- dije señalando a los hombres de primera fila- a
lo mejor si les das algo a cambio alguno te hace el favor.
Laura
gateó hasta ellos dándoles el culo –Por favor, alguien…
No
le dio tiempo a acabar la frase cuando uno de esos salidos metió la cara entre
sus nalgas y empezó a lamer su ano. –Gracias, muchas gracias- decía levantando
bien el culo y acariciándose superficialmente el coño.
Los
hombres se turnaban para lamerle el ojete, mientras los más tímidos o más higiénicos
solo se acercaban y la toqueteaban el coño y algunos las tetas riéndose.
Mientras
tanto yo me paseaba por el lado contrario del ring haciendo alarde de mi gran
pene de goma, y sonriendo pregunté en voz alta -¿Alguien me la chupa?- mientras
masturbaba ese juguete apretándolo bien contra mi coño.
Me
puse de rodillas sacando entre las cuerdas el strap –Vamos chicos sed buenos,
pobre Laura…
Un
chico joven se acercó a las cuerdas y me miraba sonriendo, se le veía en los
ojos que había bebido algo más que un par de copas, le brillaba la mirada.
Sin
intercambiar ni una palabra abrió la boca y se metió el capullo en la boca,
clavando los dientes en él. La reacción de la gente fue diversa, desde los que
le llamaron maricón a los que le aplaudían.
-Chúpalo
bien que ha de entrar todo.
Se
dedico a babear bien el capullo y con la mano extender la saliva por el resto.
A él se le unieron un par de hombres que solo escupían en ese juguete y dejaban
que yo lo embadurnara.
El
calentamiento duró bastante más de lo necesario, si apuraba mucho más acabaría corriéndome
antes de penetrar a Laura y ella no parecía estar pasándolo nada mal.
Me
separe de los babositos y de un grito llamé a Laura, ella obedeció y gateando
se vino a mi lado.
-No
no, no vengas, quédate ahí.
Puse
a Laura cara a los chicos que la habían estado lamiendo, le di un único pero
largo beso a su ano, ya mojado, aun así metí bien la lengua haciendo encoger a Laurita.
Sin considerarlo dos veces metí todo el capullo en su ano de una sola
embestida, tras eso la agarré de la cintura y empecé a dejarme caer sobre ella
abriendo paso por su culo con ese enorme pene de plástico.
-Aaaahhhhh-
gritaba Laura mientras trataba de echarse hacia delante.
-No
te me escapes….- decía entre gemidos –no les agradeces a esos que te hayan
chupado el agujero…
No
hacía falta que yo lo pidiera, Laura ya tenía 5 o 6 manos en cada pecho, todos
se estiraban todo lo que podían para tirarle de los pezones o apretárselas,
pero justo el que tenía en frente al oír eso se bajo los pantalones hasta los
tobillos y la puso en la cara de Laura.
Él
se masturbaba golpeándola con ella mientras la pobre sacaba la lengua.
Mis
dedos no se alejaban del clítoris de Laura pero sin acariciarlo demasiado rápido,
mientras le clavaba el strap, con mucha facilidad acabo entrando todo, y
entondes vino lo mejor para mí, me puse a meterlo y sacárselo provocando que
este me entrara en mi coñito. Realmente estaba muy excitada y me daba igual el
hacerle un poco de daño a Laura, cerraba los ojos y me centraba en mí placer.
Cuando
abrí los ojos vi a uno con toso su pene metido en la boca de Laura mientras 3
más se masturbaban frotándose contra su cara, Laura cerraba los ojos para
evitar pollazos en los ojos.
Hubo
un momento en que se separó para coger aire y pude ver dos corridas en su cara,
enlacé su pelo entre mi mano y tiré de ella poniéndola de rodillas sin sacársela
del culo.
Los
hombres no dejaban de masturbarse, y los que le magreaban las tetas ahora le tocaban
el coño, mientras yo le di un lametón en la cara limpiándosela bien y luego besándola
con lengua.
Acabamos
yo sentada y Laura en sentada sobre el strap botando ayudada por mí mientras la
masturbaba a la vista de todos, los hombres no dejaron de masturbarse incluso
hubo uno que aprovechó para frotarse y correrse con la suela del pie de Laura.
Laura
se corrió en esa pose, sin que yo dejara de frotarle el clítoris, pero yo no
llegué al clímax. Volví a colocar a Laura de rodillas, ya cansada con la cara
pegada a la lona y jadeando, sin que los salidos la tuvieran al alcance, ahora
solo era mía.
La
penetré fuertemente a buen ritmo, moviéndome bien en círculos procurando
rozarme lo máximo posible el clítoris y en poco tiempo acabe corriéndome yo también.
Me quedé quieta durante todo el orgasmo pero Laura movió su culito ayudándome a
alargarlo.
Finalmente
la chica aburrida nos ayudo a recoger y nos llevo a camerinos, una vez ahí Laura
me comentó que ya no le dolió tanto como el primer día, incluso tenía ganas de
ir mañana a ver a Marcos.
Nos
fuimos a casa, y nos pusimos a dormir como la última vez, Laura con todo el
pelo y cara llenos de semen, restos de maquillaje y yo toda sudada, pero nos íbamos
a acostumbrar a cambiar las sabanas los domingos.
Gracias
por leerme, siento no haber publicado el dia 13 y tampoco el 21, los
imprevistos existen, no pude recuperar los datos y he tenido que reescribir
todo el relato, además tuve mucho lio esta semana, lo siento mucho.
Comentadme
algo precios@s, cada vez ira a peor, el
próximo combate será aun más morbosos y original (y resbaladizo ya está
pensado todo), llegamos a la etapa mas heterosexual del relato, luego dentro de
muchos capítulos volveré a algo mas lésbico.
Hay
un cambio de roles, que luego se verá mejor pero no avancemos cosas que yo ta
estoy pensando en el capitlo numero 25 xD.
Muy morboso, el momento de que tu le estás dando por detras a Laura mientras se la chupa a un tio y otros se pajean con ella es super morboso, no veas que bien lo he pasado, jeje. Sigue así!! Por cierto, el sigiuente será el día 13 o ya cambiamos de fecha??
ResponderEliminarEl 13, me pongo a ello ahora mismo, si no vuelve a fallar el PC lo tendre el día 13
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