jueves, 23 de octubre de 2014

Capítulo 8

Me desperté al día siguiente por la mañana, era temprano, debían de ser las 9 o como muy tarde las 9:30 pero tenía ganas de ir a hacer pis, abrí los ojos poco a poco y me vi abrazada por Laura, desnudas y con los restos de maquillaje que no se habían perdido entre las sábanas y almohada.
Entre sus brazos y con la cabeza apoyada en su pecho había dormido muy bien, aun olía a ese perfume tan dulce y empalagoso que se puso para nuestro estreno en el mundo del espectáculo, aun que se estaba muy cómoda y calentita en esa postura no podía quedarme mucho tiempo. Aparté con  cierta delicadeza el brazo de Laura y me separé sigilosa, la tapé con la sábana hasta el abdomen y me fui al baño.
Mientras meaba cogí el móvil, para mi sorpresa vi dos mensajes de un número que no tenía guardado.
El primero era de pocos minutos después de irnos de aquel sórdido local “Bien Susana me has hecho ganar una pasta, además aposté por ti, mañana pasaos por mi oficina para hablar”
Y el segundo era de las 8 de la mañana, por suerte tenía el móvil en el bolso, en silencio,  y no me desperté “Cuando queráis os podéis pasar que yo estaré hasta las 14:00, os espero ¿vale?”
No hacía falta ser muy lista para intuir que aquellos mensajes eran de Marcos, así que cuando terminé en el baño me volví a la habitación con intención de despertar a Laura.
Cuando llegué a la habitación y la vi acurrucadita en las sábanas me dio pena y todo, me hice un hueco y me puse tras ella, le pasé la mano por la cintura pegándola bien a mí con dulzura y empecé a besarle el cuello, besos cortos con la punta de los labios, muy suaves.
-Cariño-le dije entre beso y beso- despiértate ya…
Laura se hizo la remolona tapándose más hasta el cuello, di un tirón seco a las sábanas hacia abajo y la destapé del todo sin separarme de ella.
Laura se giró y sin darle tiempo a abrir los ojos, le di un morreo en toda regla, metiéndole la lengua hasta donde me dejó.
En cuanto separé mis labios de los suyos abrió los ojos frotándoselos y con voz apagada y débil dijo –Buenos días Ama.
Me abrazó fuerte y me preguntó -¿Tenemos que ir a entrenar hoy también?
-No mujer, lo que pasa es que nos quiere ver el jefe.- le contesté riéndome y dándole un beso en la frente.
-Ehhh…¿Quién? –preguntó aun sin saber dónde estaba.
-Marcos, el babosito del club de steaptease…
-¿Para qué?
-No sé. Él sabrá, a lo mejor nos quiere tomar más medidas jaja. Anda dúchate que te preparo algo de comer.
-No quiero ir- dijo  revolviéndose en la cama.
-Venga vaaaaaaa- le contesté empujándola con los pies hasta echarla de la cama.
Laura se levantó de morros y se fue al baño donde se encerró y al poco rato escuché el agua correr.
Mientras Laura se duchaba me puse a hacer creps con dulce de leche, nata y helado de de chocolate. Laura salió de la ducha y se llevó una gran sorpresa, mientras desayunábamos fuimos comentando la noche anterior.
A Laura aun le dolía el culo, pero le había encantado ser exhibida y humillada delante de tanta gente, incluso me confesó que quería más, que no tuvo suficiente con ser sobada y observada que quizás podía haber sido mejor. Me alegré mucho incluso me llegué a calentar al escuchar como describía su experiencia, como se excitó al notar manos extrañas apretando sus pechos y al mirar a cientos de hombres toqueteándose mientras la miraban, su relato me daba ganas de ser yo la próxima.
En cuanto acabé el desayuno me metí en la ducha, Laura recogería los platos y la cocina. En la ducha no dejaba de darle vueltas a la idea de ser usada como habían usado ayer a Laura, me subió de nuevo la temperatura, esta vez incluso más.
El agua que resbalaba por mi pecho me hacía sentir como una caricia muy suave y delicada, de pronto noté como me estaba humedeciendo ahí abajo. Sin pensármelo dos veces me senté en una esquina, dejando caer el agua sobre mi cara, me abrí bien de piernas y empecé a acariciarme el clítoris frenéticamente. Mis caricias se mezclaban con el agua que caía de la ducha.
Cerré fuerte los ojos y pensé en que Laura me estaba sodomizando con aquel enorme consolador, me metí dos dedos en el culo y los separé para emular esa sensación. Imaginado a miles de desconocidos haciéndose pajas pensando en mi, creyendo que era Laura la que me enculaba, poniendo en su boca palabras malsonante que me hacían sentir una cualquiera, imaginando su voz entre jadeos quebrada por el placer.
No me dio tiempo a fantasear mucho más pues en menos de lo que me esperaba me corrí retorciéndome en esa pequeña ducha. Acabé de asearme un poco, salí, me sequé me arreglé un poco el pelo con espuma y me fui a la habitación a vestirme como si nada.
-Bueno Laura… ¿ya estas vestida?- le pregunté mientras entraba a la habitación.
Laura llevaba unos pantalones tejanos azules muy desteñidos ajustaditos y una camiseta de manga larga blanca con la palabra ANGEL escrita en pedrería, con un escote circular bastante grande y provocativo, de hecho se le podía ver las tiras del sujetador asomar. Se había recogido el pelo en una única cola baja.
Yo tampoco me compliqué mucho, iba con unas mayas ajustadas de color azul claro, una camiseta de manga corta muy sencilla de color rosa y unas deportivas plateadas. Con braguitas blancas de algodón y sujetador color gris claro.
-¡Aun vas descalza, vamos vístete!- le dije a Laura.
-Estoy en ello –dijo enseñándome los calcetines que llevaba en la mano.
Se puso unos botines con algo de tacón, se levantó dando un paseíto con las manos a los lados como posando y me dijo –¡Lista!
El local no estaba muy lejos de casa, pero nos dejo tiempo para charlar. Por el camino íbamos hablando como una pareja normal, incluso discutíamos sobre el calzado que se había puesto Laura. Ella me echaba en cara que siempre iba plana y yo le contestaba que ella siempre iba con tacones.
Llegamos, no había nadie en la puerta atrás, Laura llamó a la puerta y nadie nos contesto, ni si quiera salió el apuesto segurata.
Dimos la vuelta al local hasta llegar a la puerta principal, era enorme, con varios carteles anunciando las mejores bailarinas de la ciudad, las camareras más guapas y espectáculos picantes como el nuestro. Intenté abrir la puerta pero estaba cerrada, cuando me gire a coger el móvil para llamar a Marcos el segurata nos abrió la puerta.
-Gracias -le dije mientras nos sujetaba la puerta.
Este chico vive aquí pensé sonriendo y tratando de disimular, Laura me vio y me respondió con otra sonrisa aun sin saber porque lo hacía.
El chico nos acompaño, como siempre, hasta la puerta de su jefe.
Nada más pasar Marcos dejó un montón de tickets, papeles y una calculadora de banda para atendernos. –Buenos días princesas, ayer me hicisteis muy, pero que muy feliz, zorras.- gritó alzando los brazos.
-Bueno gracias – dijo Laura con cierto tono de soberbia.
Marcos se sentó casi obligándonos a sentarnos junto a él. Nos ofreció de nuevo sus licores que a nuestro nivel parecían grandes manjares que no nos veníamos capaces de rechazar, así que Laura se levantó y sirvió tres copas de whisky.
Mientras bebíamos Marcos nos acariciaba la rodilla riendo como un autentico viejo verde. Básicamente hablamos de como fue la noche.
-Para la semana que viene tengo algo nuevo pensado… -nos dijo mirándole las tetas a Laura.
-A mí ya me gustó como lo hiciste ayer- le dije.
Laura me miró sonriendo y no cuando iba a contestar Marcos la interrumpió.
-Sí, bueno… pero…
-¿Pero qué?- le pregunté al ver como se iba por las ramas.
-La intención es bajar el ring, para que se os vea mejor.
-¿Mejor?- preguntó Laura – Si lo bajas los de atrás nos verán menos.
-Chicas hay cámaras y teles pero lo que quiero es que los que están adelante os vean bien, ya sabéis…
-Umm y que nos puedan tocar….-dije pasándome una mano por todo el cuerpo.
El pasó su mano tras la mía, recorriéndome el cuerpo pasándola por mis pechos, siguiendo por mi abdomen y terminando en mis nalgas, apretándolas un poco.
-Eso mismo Susy…
-Que guarra eres Susy- dijo entre risas Laura.
Me levanté y me puse delante de ella agarrándole un pecho -¿Qué estas celosa?- le preguntaba moviéndole una teta de lado a lado estrujándola.
Laura con una mueca de placer se lamia los labios, -Sí, un poco…
Marcos le agarró la otra teta mientras nos animaba a seguir.
-Marcos no vamos a follar cada vez que vengamos- le dije apartando nuestras manos de Laura y sentándome sobre ella.
Laura puso cara de que le había cortado el royo pero me apoyo contestando –Claro, nosotras trabajamos una vez por semana, y a mí aun me duele el culo de ayer…
-Jajajaj, eso, pobre Laura ¿Es que solo piensas en ti?
-Uff ¡pues no os pongáis a zorrear así delante de mí! –Se quejó Marcos.
-¿Te la hemos puesto dura? –dijo Laura muy borde.
Marcos nos miro con mala cara a las dos, pero así era se le marcaba todo en los  pantalones.
-¡Joder! Mira que sois putas- dijo levantándose, se fue a su mesa, abrió un cajón y saco un fajo de billetes. Tiro 100 euros delante nuestro.
-Que quieres que hagamos con esto- dijo Laura mirando los billetes en el suelo.
-Mamádmela- dijo riéndose.
-Bueeeeeeeno- le dije sonriendo.
Se bajo los pantalones y se puso delante nuestro, realmente la tenía bien dura. Aun sentada en la falda de Laura me quedaba más o menos a la altura de la boca, abrí bien la boca y le rodeé el capullo con los labios dando pequeños sorbitos y lametones, humedeciéndola bien.
-Tú, uff, tú tienes la boca estrechita-jadeaba sin soltarme la nuca, no vaya a ser que dejara de mamársela.
Laura le acariciaba los huevos mientras se acercaba a la base de su pene, dando pequeñas lamidas, muy cortas pero seguidas.
Marcos también le agarró de la nuca también, mientras jadeaba le empezaban a flaquear las piernas.
Se apartó de golpe y se sentó en el sillón –De una en una, putas…
Laura se puso en cuclillas delante de él y se clavó la polla entera en la boca.
-¿Te gusta más como te lo hace Laura? Le pregunté al ver como echaba la cabeza hacia atrás jadeando.
-Ti… tiene la lengua más grande…. Y… aaah no pares no pare bonita.
Me quedé ahí de pie sin hacer nada, mirando a Laura dándole tanto placer a ese hombre sin poder ayudarla.
En menos de dos minutos Marcos dio un gritito y apartó a Laura corriéndose cuantiosamente en su cara, cinco disparos de semen empaparon su cara y parte de su pelo. Fue una corrida que pilló bastante por sorpresa a la pobre Laura.
Laura se giró mirándome mientras yo me reía al ver la leche resbalándole por la frente y los carrillos.
Marcos me hizo un gesto con el dedo, aun con el pene a media asta.
-¿Quieres otra? –le pregunte escéptica.
-No, pero me gusta como pasas la lengüecita por todos los recovecos de mi glande.
-¿Te corres con mi novia y yo he de limpiártela?- le dije con cierto tono sarcástico.
-Eres una putita lista- decía mientras se la cogía por la base y la zarandeaba.
Cuando me arrodillé delante suyo la soltó y dejo que yo hiciera mi trabajo, la cogí con delicadeza y me metí la puntita en la boca chupeteándola bien, como una niña con su biberón.
Notaba el sabor de semen, mezclado con otro más fuerte, ese hombre no era muy limpio ya cuando se la chupé antes que Laura noté un sabor fuerte. Él me sujetaba la cabeza con una mano, mientras le decía a Laura –Bonita en aquella mesa hay pañuelos si quieres.
En cuanto Laura se acabó de limpiar, me la sacó de la boca sin soltarme la cabeza y me dio un golpe en la cara con su polla medio flácida, riéndose. –Ya os podéis ir putas, el sábado quedamos aquí a las 10.
Laura tímida preguntó –¿La semana que viene… nos tocarán más?
No pude evitar llevar mi mano al culo de Laura mientras me reía.
-Sí, si estáis de acuerdo bajaré el ring para que os puedan sobar bien y si os tumbáis les lleguéis a la altura de la polla jaja.
-¿Entonces la que pierda…-pregunté calentándome- aparte de ser enculada por ese “monstruo” tendrá cientos de penes golpeándole la cara, obligándole a mamar y tocándola todo lo que puedan?
Cada pausa que hacia suspiraba, sintiéndome más y más caliente.
-Sí-dijo Marcos algo seco volviendo a su mesa.
Nosotras nos fuimos, en cuanto salimos Laura riéndose me dijo –No te dejes ganar ehh…
-¿Yo?- dije exagerando.
-Si solo de pensarlo te estás mojando, admítelo.
Mi mano se adentro en pantalón apretándole con fuerza, empujando mis dedos hacia su ano.
-Ayy ayyy ayy- gritaba haciéndome parar.
-Me estaba poniendo cachonda de imaginarte así, ¿Vale?- le dije mintiéndole por miedo a que me perdiera la autoridad.
El resto de la semana paso normal, entrenos, algún día nos íbamos de fiesta, pero el sábado llegó rápido.
Este ya fuimos más rápidas, entramos y pasamos directas al vestuario, para nuestra sorpresa nos habían cambiado el uniforme.
Laura se puso un culotte rosa con dos rayas verticales al lado derecho, sin nada más debajo. Un top de bikini de un rosa muy parecido, pero no exactamente el mismo, era muy pequeño tapaba no mucho más que sus pezones, aun así sus pechos quedaban bien recogidos.
Mi conjunto era casi igual en azul celeste, solo que el sujetador era más ancho y el culotte me quedaba más corto.
Nos colaron rápido a la sala de maquillaje, nosotras toda chulas sonreíamos al ver que teníamos prioridad sobre las otras bailarinas y camareras.
A mí me hicieron dos colas bastante altas y me pintaron los ojos y los labios, a Laura también le hicieron dos colas pero más bajas, también le pintaron los ojos y los labios, además le pusieron un poco de colorete en los pómulos.
Acabamos más pronto que la semana anterior, así que nos paseemos por el recinto hasta llegar al despacho de Marcos. En cuanto nos vio nos dijo –Mmmmm, que monas vais, mañana si venís así os voy a dar un plus.
-Nos gustan mucho tus… extras- dijo Laura riéndose.
Se acercó a nosotras  y dijo –Si no tuvierais que salir ahora os quitaba el pintalabios…
Acercó su mano a mis nalgas, agarró por atrás el culotte y tiró hacia arriba mientras con la otra mano metía bien la ropita por mis labios. –Así que se te vea bien el chocho, bonita.
Laura al verlo se recolocó el suyo también, pero eso no fue un impedimento para que Marcos le “ayudara” pasándole un dedito por cada pliegue de su coño marcado en esa fina tela rosa.
Llamaron a la puerta, una chica nos llamó por nuestro nombre con un peculiar acento ruso o rumano, la seguimos hasta el ring, este era mucho más bajo de unos 30 o 40 cm de altura, nos podíamos subir sin necesidad de escalones ni hacer maniobras, aun así mantenía las cuerdas.
No quedamos en el centro colocándonos los guantes mientras el locutor anunciaba el comienzo del combate.
En cuanto nos fuimos a nuestros rincones podíamos notar la gente a nuestro lado, sobándonos con disimulo al principio y luego con más descaro. La campana parecía tardar más de lo normal para que estos disfrutaran más, pero finalmente sonó.
Avancé rápida, no mucho más que Laura pero conseguí ganarle un poco de terreno, no quise bajar la guardia así que empecé a lanzar golpes directos con mi izquierda para mantener a Laura a cierta distancia, de vez en cuando encadenaba un derechazo, pero realmente no sabía muy bien si cebarme o mantenerla ahí.
Laura aprovechó mi momento de duda, para ir girándose, tratando de darme la vuelta y ganarme terreno.
Se oían gritos de todo tipo, desde ánimos, a gente intentando desconcentrarnos hasta consejos tales como “arráncale el sujetador”.
El asalto fue bastante aburrido, apenas nos cansamos, solo dimos unas vueltas marcándonos y puestos a que a nosotras se nos pagaba por dar un espectáculo no me pareció muy justo.
Durante el descanso me giré y me levanté con el guante el sujetador, dejándolo en la esquina, la chica que nos acompañó lo recogió rápida y se fue a la esquina de Laura por si acaso, a ella le ayudó a quitárselo.
El segundo asalto empezó más o menos como el segundo, dando vueltas y sin mucho contacto, pero todo cambió cuando le di un golpe directo a Laura en todo el pecho, que la hizo encogerse, no mucho para no bajar la guardia además contesto rápida lanzando un golpe al aire que me hizo separarme de ella evitando que le diera un segundo golpe.
Laura se rebotó y me dio un señor golpe en el costado, seguido de otro en la tripa y la campana me salvó de un tercero.
Me fui a mi rinconcito rápido, empezaba a notar el sudor bajar por mi pecho y me daban escalofríos, al bajar la vista como cada vez se me marcaban más los labios, gracias al sudor y un poco a que me estaba poniendo cachonda.
Mientras miraba a Laura que se acariciaba la teta que le había golpeado antes, note algo pasando entre mis nalgas, giré la cabeza y vi a un hombre de unos 50 años frotando su cara contra mi culo, aspirando fuerte directamente de mi culo el aroma de este mezclado con el sudor.
Mi reacción fue todo lo contrario a lo que hubiera pensado que haría, me incliné hacia delante sacando bien el culo, el separó con una mano mis nalgas abriéndose paso entre el culotte, mientras otras manos empezaron a tocarme sin un ápice de delicadeza el coño.
Laura me miraba sin dar crédito a lo que estaba haciendo, cuando sonó la campanita me distraje un momento disfrutando de aquella sensación, de tener a varios hombres excitados con mi cuerpo sucio y sudado, cuando me di cuenta tenía a Laura encima.
Laura soltó un golpe tras otro, que fui parando como pude, hasta poder golpearla yo y recobrar un poco el control. Me distraía bastante viendo al público tan cerca nuestro, pero finalmente logré que se cayera hacia atrás y cuando se intentó levantar me tire sobre ella sentándome sobre su tripa, de rodillas al suelo.
-No no no- gritaba Laura pataleando y levantándose.
Me tiré sobre ella empujándole con los puños sobre los hombros para mantenerla tumbada mientras el megáfono contaba.
Laura consiguió darse la vuelta, pero fácilmente me la saque de encima y logré ponerme encima de nuevo hasta que acabaron de contar.
-No vale ponerse encima-me gritó al acabar el combate.
-Vale todo, te toca recibir de nuevo…
Mientras veía a la chica yendo a por el maletín me puse sobre Laura, a horcajas sentada en su cara. –Venga quítame el culotte sin quitarte los guantes- le dije bajándome hasta apretar mi coño, ya empapado, contra sus labios.
Laura muy obediente mordisqueó mis labios con delicadeza hasta lograr agarrar con los dientes solo la tela, mientras yo gemía moviéndome involuntariamente y dificultándoselo.
Cuando estábamos jugueteando vino esa mujer tan antipática y nos hizo levantarnos, ella nos quitó los guantes, la ropa y me ayudo a colocarme es famoso y enorme strap-on.
-Laura, ponte a 4 patas… -le dije burlona.
 Ella obedeció poniéndose a gatas en medio del ring, le pase una mano por el coño, el suyo no estaba tan mojado como el mío pero no se quedaba corto, Laura respondía con suaves gemiditos. Con la mano empapada le metí un solo dedo en su prieto ano.
-Hoy no te lo voy a lamer- dije cruel.
-Susy, por favor, cómemelo, te hare lo que quieras pero no me metas esto sin lubricarme.
-¿Quieres que te chupe este culo de perra?- preguntaba bien alto mientras agarraba una de sus nalgas.
-Te lo suplico…
-Porque no se lo pides a estos de aquí- dije señalando a los hombres de primera fila- a lo mejor si les das algo a cambio alguno te hace el favor.
Laura gateó hasta ellos dándoles el culo –Por favor, alguien…
No le dio tiempo a acabar la frase cuando uno de esos salidos metió la cara entre sus nalgas y empezó a lamer su ano. –Gracias, muchas gracias- decía levantando bien el culo y acariciándose superficialmente el coño.
Los hombres se turnaban para lamerle el ojete, mientras los más tímidos o más higiénicos solo se acercaban y la toqueteaban el coño y algunos las tetas riéndose.
Mientras tanto yo me paseaba por el lado contrario del ring haciendo alarde de mi gran pene de goma, y sonriendo pregunté en voz alta -¿Alguien me la chupa?- mientras masturbaba ese juguete apretándolo bien contra mi coño.
Me puse de rodillas sacando entre las cuerdas el strap –Vamos chicos sed buenos, pobre Laura…
Un chico joven se acercó a las cuerdas y me miraba sonriendo, se le veía en los ojos que había bebido algo más que un par de copas, le brillaba la mirada.
Sin intercambiar ni una palabra abrió la boca y se metió el capullo en la boca, clavando los dientes en él. La reacción de la gente fue diversa, desde los que le llamaron maricón a los que le aplaudían.
-Chúpalo bien que ha de entrar todo.
Se dedico a babear bien el capullo y con la mano extender la saliva por el resto. A él se le unieron un par de hombres que solo escupían en ese juguete y dejaban que yo lo embadurnara.
El calentamiento duró bastante más de lo necesario, si apuraba mucho más acabaría corriéndome antes de penetrar a Laura y ella no parecía estar pasándolo nada mal.
Me separe de los babositos y de un grito llamé a Laura, ella obedeció y gateando se vino a mi lado.
-No no, no vengas, quédate ahí.
Puse a Laura cara a los chicos que la habían estado lamiendo, le di un único pero largo beso a su ano, ya mojado, aun así metí bien la lengua haciendo encoger a Laurita. Sin considerarlo dos veces metí todo el capullo en su ano de una sola embestida, tras eso la agarré de la cintura y empecé a dejarme caer sobre ella abriendo paso por su culo con ese enorme pene de plástico.
-Aaaahhhhh- gritaba Laura mientras trataba de echarse hacia delante.
-No te me escapes….- decía entre gemidos –no les agradeces a esos que te hayan chupado el agujero…
No hacía falta que yo lo pidiera, Laura ya tenía 5 o 6 manos en cada pecho, todos se estiraban todo lo que podían para tirarle de los pezones o apretárselas, pero justo el que tenía en frente al oír eso se bajo los pantalones hasta los tobillos y la puso en la cara de Laura.
Él se masturbaba golpeándola con ella mientras la pobre sacaba la lengua.
Mis dedos no se alejaban del clítoris de Laura pero sin acariciarlo demasiado rápido, mientras le clavaba el strap, con mucha facilidad acabo entrando todo, y entondes vino lo mejor para mí, me puse a meterlo y sacárselo provocando que este me entrara en mi coñito. Realmente estaba muy excitada y me daba igual el hacerle un poco de daño a Laura, cerraba los ojos y me centraba en mí placer.
Cuando abrí los ojos vi a uno con toso su pene metido en la boca de Laura mientras 3 más se masturbaban frotándose contra su cara, Laura cerraba los ojos para evitar pollazos en los ojos.
Hubo un momento en que se separó para coger aire y pude ver dos corridas en su cara, enlacé su pelo entre mi mano y tiré de ella poniéndola de rodillas sin sacársela del culo.
Los hombres no dejaban de masturbarse, y los que le magreaban las tetas ahora le tocaban el coño, mientras yo le di un lametón en la cara limpiándosela bien y luego besándola con lengua.
Acabamos yo sentada y Laura en sentada sobre el strap botando ayudada por mí mientras la masturbaba a la vista de todos, los hombres no dejaron de masturbarse incluso hubo uno que aprovechó para frotarse y correrse con la suela del pie de Laura.
Laura se corrió en esa pose, sin que yo dejara de frotarle el clítoris, pero yo no llegué al clímax. Volví a colocar a Laura de rodillas, ya cansada con la cara pegada a la lona y jadeando, sin que los salidos la tuvieran al alcance, ahora solo era mía.
La penetré fuertemente a buen ritmo, moviéndome bien en círculos procurando rozarme lo máximo posible el clítoris y en poco tiempo acabe corriéndome yo también. Me quedé quieta durante todo el orgasmo pero Laura movió su culito ayudándome a alargarlo.
Finalmente la chica aburrida nos ayudo a recoger y nos llevo a camerinos, una vez ahí Laura me comentó que ya no le dolió tanto como el primer día, incluso tenía ganas de ir mañana a ver a Marcos.
Nos fuimos a casa, y nos pusimos a dormir como la última vez, Laura con todo el pelo y cara llenos de semen, restos de maquillaje y yo toda sudada, pero nos íbamos a acostumbrar a cambiar las sabanas los domingos.

Gracias por leerme, siento no haber publicado el dia 13 y tampoco el 21, los imprevistos existen, no pude recuperar los datos y he tenido que reescribir todo el relato, además tuve mucho lio esta semana, lo siento mucho.
Comentadme algo precios@s, cada vez ira a peor, el  próximo combate será aun más morbosos y original (y resbaladizo ya está pensado todo), llegamos a la etapa mas heterosexual del relato, luego dentro de muchos capítulos volveré a algo mas lésbico.
Hay un cambio de roles, que luego se verá mejor pero no avancemos cosas que yo ta estoy pensando en el capitlo numero 25 xD.

2 comentarios:

  1. Muy morboso, el momento de que tu le estás dando por detras a Laura mientras se la chupa a un tio y otros se pajean con ella es super morboso, no veas que bien lo he pasado, jeje. Sigue así!! Por cierto, el sigiuente será el día 13 o ya cambiamos de fecha??

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    1. El 13, me pongo a ello ahora mismo, si no vuelve a fallar el PC lo tendre el día 13

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