Como
de costumbre Laura dormía mientras yo empezaba a despertar, como siempre
abrazada a Laura, notando su espalda desnuda en mi pecho, agarrándola fuerte
entre mis brazos para que nadie pudiera arrebatármela en sueños y con toda su
gloriosa y larga melena rubia en mi cara. Los bonitos cabellos dorados de Laura
era lo mejor que había visto al levantarme en mucho tiempo y me encantaba despertarme
embriagada por el olor de sus perfumes y cosméticos.
Una
vez despierta del todo di un fuerte abrazo a Laura sin conseguir despertarla y
me levanté a hacer el desayuno, me había levantado llena de energía, contenta,
alegre con ganas de empezar un nuevo día.
Mientras
estaba haciéndome unas tostadas y preparándome un zumito de naranja entró Laura
en la cocina, completamente desnuda como yo, arrastrando los pies y con voz
apagada gruñó: -Buenos días Susy…- lanzando un bostezo al terminar la frase.
-¡Buenos
días!- le dije dejándolo todo y dándole un fuerte abrazo, rodeándole cuello con
los brazos, casi haciéndola caer.
Laura
se agarró a mi cintura y me dio los buenos días con un fuerte beso, mientras
iba metiendo la lengua sus manos iban deslizándose poco a poco hacía abajo,
acariciándome las nalgas dándoles pequeños apretones.
Se
separó un poquito y me dijo con sus labios casi pegados a los míos y mirándome
con sus dulces ojitos: -Me encanta tu culito, ¿no te duele?
Sonrojada
le contesté: -Para nada- aunque en realidad sí que me dolía un poco.
-Me
has preparado algo de desayunar, ¿no?
-Claro,
ahí lo tienes- le dije indicándole su plato con tostadas con miel y mermelada
de fresa.
Laura
se relamía mirándome mientras engullía, realmente yo entendía que tuviera
hambre la noche anterior hicimos mucho ejercicio. Me senté a su lado para
desayunar y tras darme un último repaso me apartó el flequillo de la cara y
dijo entre risas:
-Aun
lo tienes pegajoso ¿aquí también se te corrieron?
-Pues
sí- le contesté algo borde y seca.
-Va
no te pongas así que seguro que te gustó.
Me
giré de cara ocultando una sonrisa y dije –No.
Laura
me cogió con delicadeza de los hombros haciendo que la mirara –No te rías Susy…
-Vale
me gustó- dije ya toda roja y una sonrisa inocente.
-Te
gusta ser un cubo de semen… eso no lo sabía de ti- dijo burlona.
-Habló
la que me mete la lengua en el ano para poder tomarse una corrida de segunda
mano de un viejo- contesté enfadándome.
-Yo
eso lo hice porque me lo pidió ese tío, además nos pagó por eso…- se defendía
Laura.
-¿Y
no nos pagan por tragar lefa a desconocidos mientras no damos por culo?
-Pero
tú me acabas de admitir que te gustó.
-Igual
que te gusta a ti lamerme el culo, así que dejémoslo ya.
-No
hasta que no admitas que eres tan zorra como yo-dijo levantándose y sentándose
sobre mí con las piernas abiertas rodeando la silla, pegando su pecho al mío
aun sucio de la noche anterior- admite que te excita sentirte humillada, que te
llame cerda mientras los demás se corren en ti mientras me miran a mí.
Me
levantaba la cara subiéndome la barbilla cada vez que, por vergüenza, la
agachaba. Obligándome a mirarle a la cara, viendo sus carnosos labios
llamándome cerda mientras el peso de su cuerpo aplastaba el mío contra el
respaldo de la silla.
-Vale
te lo admito –gemí sujetándola de las caderas apartándola un poco.
-Desde
el primer día supe que eras una guarra como yo- decía sonriendo- realmente
disfrutaste siendo exhibida aquel día en el gimnasio, y humillada bañada en mi
orina ¿verdad?
-Disfruté
mucho cariño- contesté rápido llevando mis labios a su boca.
Fue
un beso corto porque me separó casi al instante en que la empecé a besar.
-¿Cariño?...
¿por qué no me llamas Ama?- preguntó tras separar su mano de mi boca.
-Sí
Ama, disfruté mucho- dije inclinándome de nuevo a besarla.
Esta
vez me dejó besarla, mientras ella me abrazaba fuerte, yo no iba a dejar que la
situación quedara así pero que podía hacer de momento a parte de claudicar…
-¿Vamos
a ver a Marcos sin ducharnos?- dijo
sonriendo.
-¿Qué
dices? mira como llevo el pelo y tú vas toda sudada...
-Venga…-dijo
como una niña pidiendo un favor.
-Bueno…
no sé… umm ¿vale?
Ambas
nos hicimos un moño y nos vestimos bien casual, con zapatillas jeans y
camisetas holgadas, Laura llevaba tacones pero yo no.
Por
el camino fuimos debatiendo la situación actual, con tranquilidad y sin alzar
mucho la voz. La conclusión final fue que dejaríamos los roles para la cama
porque si no nos acabaríamos peleando. No tardamos mucho en acordar eso así que
el resto de viaje lo pasamos calladitas o comentando algún vestido de los
escaparates, ya que era imposible hacer el trayecto con Laura sin pararse.
La
recepción fue como de costumbre solo que esta vez nos miraban dos veces,
realmente veníamos las dos hechas un estropicio.
Llamamos
a la puerta y Marcos nos hizo sentar bien serio.
-¿Pasa
algo? – pregunté sentada en el sofá junto a Laura.
-Eeeh
no nada –dijo algo distraído- emm….-dudo un rato- sí aquí tengo vuestra paga.
Marcos
saco unos sobres bien abultados, llenos de billetes –Bueno lo otro os llegará
por nómina en un par de días.
Marcos
nos miraba raro.
-Hoy
no sé si follaros- dijo repasándonos de nuevo.
-Bueno
como quieras- dijo Laura haciendo el gesto de levantarse.
-¡Espera!-dijo
Marcos.
Tiré
de la muñeca de Laura sentándola de nuevo.
Marcos
se bajó los pantalones junto a los calzoncillos mostrando su flácido miembro
viril. Tiró fuerte de la camiseta de Laura
quitándosela y pasó su mano por encima de sus pechos.
-Mmmmm
suavecitos y calientes- susurraba con una sonrisa de viejo verde.
Laura
se quitó el sujetador, y él empezó a frotarse el glande contra los ya erectos
pezones de Laura haciéndola gemir suavemente. Aun así no se le levantaba del
todo, empujaba con fuerza frustrado al no poder empalmarse.
-Tú-
dijo señalándome- enséñame como te ha quedado el culo.
Me
subí al sofá apoyándome en el respaldo, me desnude de cintura para abajo y
poniéndome bien en pompa me aparte las nalgas con ambas manos.
-¿Así?-
pregunté extrañada esperando a ser sodomizada de nuevo.
-Sí,
uff lo tienes bien rojo a ver.
El
acerco su cara mientras yo me ponía aún más de puntitas, me giré un poco y pude
ver como se empezaba a ponérsele dura mientras olfateaba mi ano y se frotaba
con los pechos de Laura.
-Hueles
muy fuerte hoy Susy- día pegando su nariz entre mis nalgas.
-Hoy
no me duché- le contesté algo avergonzada.
-Tranquila
huele bien, huele más a coño que a culo- pasó una mano por mi coño- veo que te
mojas fácilmente.
-Ummm
sí mucho- gemía sin dejar de abrirme las nalgas.
Con
el pene completamente erecto le ordenó a Laura –Hazme una cubana anda.
Laura
acomodo su polla entre sus enormes tetas, apenas se veía entre tanta carne, y
empezó a moverse con delicadeza haciendo que se rozara contra ella poco a poco
y subiendo el ritmo. Mientras yo estaba distraída siendo masturbada mientras
Marcos me olía el culo.
De
pronto me dio un fuerte cachete en la nalga derecha –Tú culo sucio, anda haz
algo útil y ayuda a la tetona.
Me
arrodillé en el sofá al lado de Laura y metí la carita entre las tetas de
Laura, empezando a lamérselas bien, babeando todo lo que podía.
-Eso
es, buena chica- me decía mientras me agarraba del moño y movía su pelvis como
si se follara las tetas de Laura.
Yo
no podía ver nada, solo de vez en cuando la punta de su pene golpeaba levemente
mi cara, alguna vez acertaba en la boca otras no, pero estaba tan llena de
saliva que daba un poco igual.
Como
de costumbre no duró mucho, en pocos minutos explotó en una larga y caudalosa
corrida bien repartida entre mi cara y los pechos de Laura.
-Ufff…
en mi mesita hay toallitas de papel- dijo entre jadeos.
Nos
quedamos un poco paradas “ya tan pronto” pensábamos, se le veía con prisas,
algo distraído parecía como si nos hubiera hecho un favor el a nosotras. Muy
raro todo, pero bueno, nos volvimos a casa a ducharnos y a pasar el domingo
tranquilas mirando la tele, leyendo un poco, jugando y decidiendo en que íbamos
a gastar tanto dinero.
Una
parte iría para los gastos del día a día, pero nos sobraba mucho y teníamos
claro que no queríamos mudarnos a una casa mejor ni que nos lo fuéramos a
gastar en un único y gran capricho, de momento lo guardamos por si acaso en
casa pero ambas ya teníamos algún trapito, unos zapatos, un bolsos en nuestro
punto de mira, sobretodo Laura.
La
semana toda bien, los entrenos cada día eran más divertidos y ambas notábamos
los efectos del ejercicio continuado en nuestro cuerpo.
La
sorpresa de la semana nos la llevamos el viernes, cuando íbamos a tomar algo
con nuestros amigos en común.
Todo
normal, nos permitimos el lujo de estrenar ropa, no era ropa del otro mundo
pero bueno. Laura vestía un vestido negro con un estampado a de flores en tonos
rojos, dorados y azules muy bonito y otoñal, era corto con algo de vuelo con
poco escote para lo que solía llevar Laura y sin mangas, a conjunto con unos
zapatos color crema.
Yo
llevaba uno más sencillo, era color crema pero bastante oscuro, con bastante
vuelo también pero con la cintura más alta, también sin mangas y con un escote
cuadrado normalito, era lo único que no me convencía mucho del vestido.
Ambas
llevábamos ropa interior nueva a juego, no solo el sujetador con las medias y
las braguitas sino que también las dos la misma.
Todo
fue como cada viernes, tomábamos una copa charlábamos un poco, pero cuando
nuestros amigos se fueron se nos acercó un chico de unos 25-30 años bastante
tímido.
-Ho…hola
¿puedo haceros una pregunta?
-Sí,
supongo que puedes- contestó Laura.
-Sois
Laura y Susy, ¿verdad?
-Sí-
le dije frunciendo un poco el ceño- ¿qué quieres?
-No
nada, es… mira el otro día fui a una despedida de soltero a “ese sitio”, ya
sabéis y me corrí en tu cara- dijo flojito señalándome.
Un
poco sonrojada le contesté –Bien por ti, ¿algo más?
-Es
que mis amigos, no… no me creen, ¿podrías decírselo tú? Les enseñe un foto pero
dicen que ese no soy yo.
-No
piérdete –le contestó muy borde Laura.
El
chico se fue algo triste con su grupito de amigos, eran bastantes, mientras yo
regañaba un poco a Laura por ser tan seca él les enseñó de nuevo la foto para
que comparasen y finalmente vieron que éramos nosotras.
Se
acercaron todos de golpe, esta vez los conté eran 7, empezaron a hacer jaleo a
nuestro lado mientras él chico decía –Veis como eran ellas.
-¡Bajad
la voz! –les reproché.
-¿No
quieres que la gente se entere que eres una puta?-contestó enfadado el chico.
-Callaos
ya, venga.
El
chaval se acercó a Laura poniendo una mano en el lateral de su teta y le
susurró al oído –En ti aun no me he corrido, si me dejas me callo.
-¿Quieres
que te la chupé mi novia cerdo?- dije gritando -vamos fuera.
Sujetándole
con fuerza de la camisa lo llevé a fuera, él algo asustado decía –No, no
tranquila…
Una
vez fuera le dije –Mira no nos gusta que la gente diga eso en público entendido
-Sí
entiendo pero…
-Las
cosas se pueden hablar sin alborotar tanto, quieres que te la chupe, ella te la
chupa si lo está deseando pero no vayáis contando esto por ahí.
Laura
me miro extrañada pero no se quejó. Los demás se quejaban pidiendo lo suyo se
escuchaban decir.
-Yo
también quiero una mamada…
-Yo
quiero que me la chupes tú…
-Esperad
todos- dije calmándoles- nuestra casa está un poco lejos y hacerlo aquí en la
calle como que no…
Uno
de ellos dijo –Aquí atrás hay un descampado que bueno la gente suele ir a eso…
Así
nos fuimos Laura y yo junto a siete hombres deseosos de una mamada, nos
mirábamos las dos riendo diciéndonos “este para ti este para mí”.
Ya
un poco retiradas les advertimos –Como vea un móvil lo rompo- y las dos nos
levantamos un poco el vestido y nos arrodillamos en el duro suelo.
-Venga
-decía Laura.
Los
chicos aún estaban atónitos pero uno empezó, se bajó los pantalones y la sacó
completamente dura, se acercó a Laura, ella le sujetó la base y empezó a lamer.
Fui
viendo como a Laura se le iba acumulando la faena, en poco rato ya estaba
mamándosela a tres, me baje el vestido y aparté mi sujetador –Yo también
quiero…
Los
4 que quedaban vinieron rápido a mi alrededor, yo me la metí directamente a la
boca, casi entera mientras acariciaba otras dos pollas, el que quedaba empezó a
darme golpecitos con ella en la cara, dejando pequeñas manchas de su líquido
preseminal. De vez en cuando cambiaba y mi cara poco a poco se iba llenando de
saliva.
Por
el rabillo del ojo podía ver a Laura con dos penes a la vez en la boca y
masturbando al tercero que le acariciaba las tetas por encima la ropa.
Pronto
noté la boca llenándoseme de leche, me saqué la polla de la boca poco a poco,
dando una última gran lamida al glande, pero rápidamente la ocupó otro.
Todos
tenían la polla más o menos igual de larga, algunos más gorda que otros pero
eran bastante mejores que las del trabajo.
-Ay
joder se lo ha tragado toda, pequeña pero tragona -decía mientras se masturbaba
para que se le pusiera dura de nuevo.
Empezaron
a tirar de mis pezones sin apenas poder gritar me retorcía y miraba Laura que
ya tenía dos corridas en la cara, que iban bajando hasta su pecho vestido.
Cuando
ya se habían corrido todos, algunos varias veces se me acercó un último
mientras Laura se limpiaba con un pañuelo.
Los
otros le decían –Joder tío ya te la ha chupado 3 veces.
-Es
que me encanta como come rabo la pequeñita.
La
puso frente a mí, estaba a media asta pero aun así me metí su capullo en la
boca y empecé a sorber pasando la lengua por él, en poco se puso dura y el
chico me agarró de la cara y empezó a mover con fuerza su cadera contra mi
boca, metiéndomela y sacándola bruscamente, gimiendo fuerte, durante un buen
rato y tras un gemido note un par de gotas resbalar por mi lengua.
Los
chicos se fueron dejándonos a solas para asearnos, nos adecentamos un poco y
nos fuimos a casa a echar un buen polvo ya que estábamos cachondas como monas.
El
sábado nos fuimos corriendo a trabajar, por poco llegamos tarde, nos habíamos
quedado dormidas mirando una peli por la tarde. Al llegar le preguntaba a Laura
-¿Hoy toca boxeo o querrán que ganes tú?
-Ja
ja ja muy graciosa Susy, pues que sepas que he aprendida un par de técnicas
bien sucias si peleamos como el otro día.
-Uuuy
que miedo…
Al
llegar nos vistieron tan provocativas como siempre, esta vez Laura llevaba un
culotte rosa y un sujetador a juego, de una tela parecida a seda, mi conjunto
era igual pero en azul flojo. Tras el paso rutinario de maquillaje y peluquería
nos llevaron ante Marcos que aun parecía serio.
-Hoy
que hacemos- le pregunté dando saltitos y lanzando los puños al aire risueña.
-Hoy
os vamos a hacer algo bastante más diferente… el strap ese tan grande se rompió
y no me llega el nuevo hasta dentro de unos días.
¿Quizás
por eso estaba tan serio?, me pregunté.
-¿Bueno
pero que hacemos? –preguntó Laura.
-Había
pensado en que a la ganadora el público le coma el coño y la perdedora regalara
mamadas, no sé si tenéis algo mejor…
-No,
tú mandas –le dije cruzada de brazos.
Laura
pensó un rato y dijo –Bueno yo tengo una idea…
Los
dos nos giramos a escuchar su idea.
-Qué
os parece que la que pierda le coma el coño a la ganadora…- pero cuando íbamos a
contestarle dijo- pero hasta que esta se mee de placer.
-Eeeh…-
dije.
-Sí –exclamó
Marcos- me encanta la opción.
-Bueno
pero…-decía yo.
-Pero
nada, si me lo has hecho ya alguna vez y te ha gustado tontita- me dijo mimosa
pasando una mano por mis nalgas.
Finalmente
asentí y Marcos nos preguntó si esta noche queríamos boxear, pelear o alguna
otra cosa.
Laura
me miraba como esperando la respuesta.
-Que
elija ella que es la de la idea.
-Uy
no sé… ¿Por qué… qué entendemos por “alguna otra cosa”?- preguntaba curiosa.
-Cualquier
cosa que podamos hacer sin tenerlo que montar antes, una cursa, un concurso, lo
que se te ocurra.
-Me encantaría
hacer un concurso, como unas olimpiadas…
-Laura
eso lo tendrían que preparar y no hay tiempo –le repliqué algo gruñona.
-Pues
una cursa…
-Vale
–dijo Marcos sacando el móvil y enviando un mensaje.
-Oye
que una cursa es algo muy aburrido, no podemos hacer algo más sexy, más movido,
no sé…
-Bueno
pero yo ya tengo pensada la clase de cursa- dijo Marcos frotándose las manos-
tienen que preparar un par de cosas pero lo tendrán listo en menos de 10
minutos.
-¿Nos
lo puedes explicar ya? Por favor –le dijo Laura.
-A
ver, vosotras tendréis que correr a gatas entre el público a buscar 4 cosas, y
las tendréis que dejar en el ring sin usar las manos, como perritas.
-Me
gusta, Laura a veces tienes buenas ideas.
Entró
nuestra amiga, la chica aburrida con buen cuerpo a buscarnos –Tienen que salir
ya…
La
seguimos sonriendo al público que pensaba que iba a ver lo de cada sábado, nos
miraban desnudándonos con la vista, aunque apenas llevábamos ropa.
Marcos
hablaba por los altavoces observándonos desde la lejanía, escondido en su despacho.
“Hoy
por motivos técnicos no habrá el típico combate, por el contrario hemos
escondido 7 juguetes de perro en la sala: dos huesos, dos pelotas de goma, dos
chuletas de goma y una pelota de tenis. La primera en conseguir 4, da igual si están
repetidos, gana. Fácil, ¿no?”
Nosotras
escuchábamos tan atentas como los espectadores, porque no teníamos ni idea de lo
que tendríamos que hacer.
“Pues
para ponérselo un poco más difícil lo van a hacer a gatas y con dos vibradores
cada una, y cada vez que traigan un juguete les daremos un premio, y por su
puesto les dejaremos que se peleen por los juguetes, pero sin usar las manos”
La
chica/arbitro borde de todas las semanas se puso tras de Laura bajándole un
poco el culotte, metió un pequeño vibrador de forma ovalada en su ano empujando
con el índice y dejando colgando el cablecito con el mando que regula la
velocidad, el segundo era algo más ancho pero no mucho más largo, lo puso entre
sus labios y le subió el culotte, encendiéndoselo.
Laura
se quedó de pie quieta pero ya se notaba que se estaba calentando, se le
empezaba a mojar el pantaloncito y sus pezones se marcaban claramente.
Yo
fui la siguiente, no es que fuera muy delicada pero tampoco puedo decir que no
me excitara que me tocara y metiera cositas en mi culo una casi desconocida.
-Poneos
en posición y cuanto cuente tres empezamos.
Laura
y yo nos pusimos una a lado de la otra con el culo en pompa y esperamos, al
sentir tres yo salí corriendo mientras que a Laura le costó un poco más. La sensación
de tener esas dos cosas dentro de tus bragas moviéndose y estimulándote era tan
excitante y además se agravaba con el roce que producíamos al gatear, era como
si en cada paso me hicieran 100 caricias.
Gateaba
con el culotte empapado en flujos, entre los pies del público sin saber del
cierto dónde buscar, sus manos a veces me frenaban al acariciarme la espalda y
apretarme fuertemente el culo.
No
sabía dónde estaba Laura, pero la oía jadear cerca.
De
pronto vi una chuleta de goma, de un color rojo intenso, con todas mis fuerzas
me puse a correr hacia ella, pero ya oía el característico pitido de estos
juguetes, Laura ya había cogido uno así que me tenía que dar prisa.
Lo
cogí fácilmente con la boca y me fui bien rápida hacía el ring, llegué antes
que Laura, la vi cómo le sobaban las tetas antes de subir al ring instantes después
de mí.
Las
dos dejamos el juguete a los pies de la árbitro.
-Bien
agachad la cabeza- dijo autoritaria.
Obedecimos
las dos, ella se puso tras nosotras y pronto noté su mano sobre mi coño, frotándola
por encima de la tela.
-Ummmmm…-gemía
mirando a Laura que estaba igual.
No,
no nos acariciaba por gusto estaba buscando el mando a distancia de los
juguetes para ponerlos más fuerte. Se limpió las manos en nuestra espalda y nos
dio un cachete para que siguiéramos.
Esta
vez fui despacio, con las piernas bien abiertas pues cerrarlas significaba
darme más placer y no quería perder de nuevo.
Escuché
a un hombre decirle a Laura –Si me enseñas las peras te doy la pelota de tenis.
No me lo podía permitir, empecé a correr de lado a lado buscando, no encontraba
nada y Laura estaba a punto de conseguir el segundo objeto. Finalmente encontré
un hueso en un rincón de la sala, del que me costó salir pues no paraban de
manosear.
Cuando
llegué al ring Laura ya bajaba, al pasar por su lado sentía el zumbido de los
vibradores, debían de estar a tope y la cara de Laura no decía lo contrario.
Le di
el hueso y me puse en pompa ofreciéndome, cuando me estaba subiendo el nivel vi
a Laura gateando, venía sin el sujetador la muy tramposa, ya tenía un las dos
pelotas de goma y la de tenis.
Mientras
bajaba escuchaba los gemidos de placer de Laura al ponerle el vibrador al
máximo, si yo ya estaba punto de correrme ¿cómo debía ser el máximo?
Mientras
buscaba el tercer juguete me paró un hombre ofreciéndome una chuleta en la boca
–Toma corre.
Fui
corriendo hacía el ring pero por el otro lado ya veía a Laura con un hueso, su
cuarto objeto, subí rápida para ver si me podía poner el vibrador al máximo
pero llegué tarde.
Laura
había ganado, nos pusimos en pie y Laura me bajo el culotte tirando de mis
vibradores riendo. Después hizo lo mismo con los suyos.
Me
arrodillé delante de ella, ambas ya completamente desnudas mientras ellas se abría
bien de piernas.
Pero
cuando fui a empezar a lamerle el chocho me paró preguntándome –Quieres que te
deje probar el vibrador al máximo, ¿verdad?
-Pues
la verdad es que si pero no teníamos que…
-A Marcos
le gusta que improvisemos- me dijo bajito- ábrete bien las nalgas…
Mientras
le obedecía ella se arrodilló tras de mí y empezó a lamerme el ano.
-Mmmm
me encanta Laura…
Tras
eso me metió tres vibradores en fila en mi culito, y los fue encendiendo, tras
el tercero metió uno en mi coño que me pidió que me aguantar porque si no se
iba a caer.
Ahora
sí, se puso con las piernas bien abiertas mirándome, me acerqué a ella con la
boca bien abierta entre gemidos y metí toda mi lengua entre sus labios
recogiendo cada resto de flujos que había, paseándola sobre su clítoris.
Laura
estaba muy estimulada, esos vibradores hacían milagros me estaban llevando a un
punto de placer hasta entonces desconocido. Me aguantaba el vibrador mientras
mi otra mano acariciaba las nalgas de Laura, poco a poco fue entrando más y
empecé a acariciarle el ano para finalmente meterle un solo dedito sin dejar de
lamerme el coño.
Sin dejar
de chuparle el coño me corrí gimiendo fuerte, pegando mi cara al pubis de Laura
y sacando la lengua sin saber dónde estaba lamiendo.
Tras
este gran orgasmo Laura sujetó mi pelo inclinando mi cabeza hacia arriba y ella
misma se frotaba contra mi boca consiguiendo llegar al clímax.
-Uuummm,
si Susy ahí viene…- decía echando atrás la cabeza.
Laura
me mojó toda la cara con su extraordinaria gran corrida y quedándose quieta sin
separar su coño de mi boca que lamía como loca, empezó a mearse.
Notaba
el calor de su orina resbalando entre mis labios, llenando mi boca con un
salado y fuerte sabor, todo mezclado con ese olor a flujos que me ponía tan
cachonda. Trague una vez, pero enseguida se me volvió a llenar la boca, tragué
de nuevo pero el suelo ya estaba lleno y aún seguía meando, lo hice una última
vez antes de repasar sus labios a lametones recogiendo los restos de orina.
Laura
puso el pie en mi espalda haciéndome echar hacia delante para lamer los restos
del suelo, aprovechando la pose para arrancarme los vibradores.
Luego
nos fuimos a casa como siempre.
Bueno
que os parece esta historia,ya pido perdón porque lo he hecho con prisas, por suerte no es un capítulo
de estos cruciales en que la historia avanza :3 comentadme por favor
Veras el capitulo se nota echo a prisas,un tanto descuidado,muy poco descriptivo,todas las escenas sexuales narradas muy a prisa... no es que quiera sacarte todos los defectos por que la trama mas o menos me esta gustando,me gusta ver a susy e esa tesitura de sumisa zorron y aunque lo dudo,tengo curiosidad por ver si se asienta durante algunos capitulos como sumisa y sino ver de que forma lo soluciona.
ResponderEliminarPor ultimo,en el capitulo de hoy se denota cierta falta de ingenio tambien,lo de la gincana esta bien traido pero no muy bien desarrollado,todo muy a prisa una vez mas y hacia el final del relato es como si tuvieses ganas de terminar y pensar en el siguiente dia de estas dos cuando perfectamente podrias haberlo dejado en que os quedasteis las 2 tiradas en el ring un buen rato antes de levantaros y seguir desde ahi en el capitulo del mes que viene.
Pero bueno,al final quien lo escribe eres tu asique tu decides lo que es mejor para tu serie de relatos,de todos modos me gustaria poder comentarlo contigo en privado,si quieres comentarlo conmigo en privado dimelo en un comentario
No estoy muy orgullosa de este capítulo, las ideas están ahí pero no tengo tiempo de desarrollarlas bien, veras me esta costando llegar a todos los sitios, ya se que tengo un mes para escribirlo pero en ese mes tambien hago cien cosas más y uff, bueno intentaré mejorar.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEvidentemente las ideas son buenas,la mayoria al menos y evidentemente tendras mas cosas que hacer que escribir este relato,no lo pongo en duda y critico consciente de ello.
EliminarSin embargo,si me aceptas el consejo,podrias desarrollarlo mas y partir el capitulo en dos partes,tendrias tiempo para desarrollar todas las partes de sobra,incluso hecho a prisa al no tener que darle un final claro puedes pararte mas y dar mas rienda suelta,cuando consideres que acaba el capitulo,pones alguna escena impactante rapida y un continuara y hasta el mes que viene.
Suena simple,pero te da mas margen de maniobra,el resultado seria quizas igual de bueno o mejor y mantendrias al espectador en vilo,por ejemplo este capitulo podrias haberlo dejado en el inicio de la competicion y dedicar todo el capitulo 11 a la competicion y al resultado y consecuencias de la misma,de forma que podrias desarrollar las escenas anteriores con menos prisa y tendrias todo un capitulo para la competicion que es donde seguro te gusta mas escribir.
Por cierto soy el anonimo de arriba animo y buen trabajo ^^
No está mal pero cuando se la chupan a los chicos en el descampado le ha faltado detalle. Aunque la tengo dura de recordarla y me masturbe 2 o 3 veces.
ResponderEliminar